lunes, 8 de febrero de 2010

MAYO 2007: PORTUGAL

Nuestro destino es el centro de Portugal. Lo tenemos relativamente cerca de casa y tal vez por eso, no te lo planteas como destino. Pero hacía tiempo que queríamos visitar el país vecino.


Viernes 11 Mayo

A las 21:10 h llegamos a por la caravana. Al enganchar… cuál es nuestra sorpresa al oir que la bomba de agua funciona sola. No hay ningún grifo abierto ni el termo… No entendemos nada. Con miedo a que la bomba se queme y nos quedemos todas las vacaciones sin agua, a las 21:45 h arrancamos rumbo a Lisboa.

El viaje es tranquilo. A las 00:00 h paramos en el área de servicio de Sancti Spiritu en Salamanca, para cenar y dormir un rato. Es un área tranquila y a las 2:15 h emprendemos viaje de nuevo.

Sábado 12 Mayo

El viaje se sigue desarrollando tranquilo. Pasamos la frontera y cambiamos la hora de los relojes y de los móviles, pues en Portugal tienen 1 hora menos que en España.

Hacemos una nueva parada para descansar sobre las 4:15 h y dormimos algo más de 1 hora. El tiempo va pasando y llegaremos a Lisboa más tarde de lo previsto, pero estamos de vacaciones.

A las 6:45 h hacemos una nueva parada, esta vez para repasar la entrada a Lisboa y el acceso al camping. Comienza a haber tráfico y no podemos permitirnos un error…

Finalmente a las 8 h llegamos al camping Monsanto. Nos dan la parcela E25. La parcela está asfaltada para dejar la caravana, y tiene una zona verde para el toldo, avance o simplemente para estar. Tiene luz, agua y desagüe.


 Montamos el toldo, organizamos la ropa, las cosas de la cocina… Y nos vamos a conocer el camping. Es grande. La piscina aún no está preparada y la zona del supermercado, del bar y demás… la están pintando y arreglando. Se nota que empieza el buen tiempo y hay que ponerlo a punto.

Vemos llegar a un grupo muy numeroso de caravanas y autocaravanas alemanas. Llevan muy buenas caravanas tiradas por buenos coches. Se colocan todos juntos. ¡Parece una kedada!

Comemos y descansamos un poco. Javi se echa a la cama y yo me quedo en la silla, aprovechando el sol que sale de vez en cuando. Soy como las lagartijas: rayo de sol que sale... rayo que aprovecho…

A las 17:20 h cogemos el autobús que sale muy cerca del camping y nos lleva al centro de Lisboa. ¡Vaya recorrido! ¡Qué forma de conducir! Pero es mejor ir en autobús que en coche.

Damos un pequeño paseo por la Plaça Comercio, Rossio… Es una ciudad muy variopinta, con una mezcla muy variada de culturas. Pero al contrario de lo que nos pasó en Burdeos, no tenemos sensación de miedo.




Vemos desde abajo el Castelo San Jorge. Debe tener unas vistas impresionantes. Pero decidimos que subiremos en tranvía porque vaya cuestas que hay para llegar a él. Además, el tranvía es muy típico en Lisboa y hay que montar en él.


El Puente 25 de Abril impresiona desde aquí. ¡Qué largo! ¡Y qué altura! Javi dice que quiere pasarlo con el coche. Yo no lo tengo muy claro, ya veremos…

A las 19:38 h cogemos el autobús de vuelta al camping. No queremos volver de noche y además el cansando se empieza a notar. Vemos el barrio Belém desde el autobús. Mañana lo visitaremos.

Cenamos fuera. No se oye ni un ruido, ni una voz. ¡Qué paz!

A las 22 h el sueño y el cansancio nos vencen. Ya no podemos más. Tomamos un vaso de leche y nos vamos a dormir.

Domingo 13 Mayo

Nos despertamos a las 7:15 h pero nos quedamos en la cama hasta las 8 h. Después de desayunar y arreglarnos, cogemos el bus para ir a conocer Lisboa.

Según la leyenda, Lisboa fue fundada por Ulises. Su nombre proviene de "Olissipo", palabra que, a su vez, tiene su origen en las palabras fenicias "Allis Ubbo', que significan "puerto encantador".

Lo más probable es que Lisboa haya sido fundada por los fenicios y construida según el estilo morisco, bien patente en las fuertes influencias árabes. De hecho, la ciudad fue controlada por los árabes durante 450 años. En el siglo XII, los cristianos reconquistaron Lisboa, aunque no se convirtió en capital del país hasta mediados del siglo XIII.

Al inicio de la Época de los Descubrimientos, Lisboa se enriqueció al convertirse en un importante centro para el comercio de joyas y especies.

Sin embargo, el gran paso al frente de la expansión portuguesa llegó en 1498, cuando Vasco de Gama descubrió el Camino Marítimo para la India. Fue ése, en efecto, el comienzo de la Época de Oro de la ciudad, caracterizado por el estilo Manuelino en la arquitectura, nombre que proviene del monarca de la época, Manuel I, y que se caracteriza típicamente por la utilización de motivos marítimos en su decoración. A lo largo de los siglos, Lisboa creció y fue cambiando de manera natural. Más tarde, cuando el centro de la ciudad fue destruido casi por completo por el terremoto de 1755, fue el Marqués de Pombal quien se encargó de su reconstrucción, creando así la llamada Baixa Pombalina, una zona comercial que aún hoy mantiene la mayor parte de su trazado original.

Lisboa es una capital histórica, un popurrí con un carácter y un encanto fuera de lo común, donde 800 años de influencias culturales diversas se mezclan con las más modernas tendencias y estilos de vida, creando contrastes verdaderamente espectaculares.

Nos bajamos del autobús en el Barrio de Belém, al lado del Monasterio de los Jerónimos. Hoy domingo, la entrada es gratuita (habitualmente 4,5 €) asi que hay mucha gente, sobre todo grupos. Pero una vez dentro no se nota aglomeración.


El Monasterio fue mandado construir en 1501 por iniciativa del rey D. Manuel I y se concluyó cien años más tarde. Erigido en la grandiosa Plaza del Imperio, el monumento integra elementos arquitectónicos y decorativos del gótico tardío y del renacimiento, constituyéndose como uno de los más bellos y grandiosos monumentos de la capital.

A estos elementos arquitectónicos se unieron motivos regios, religiosos, naturalistas y náuticos, fundándose un edificio considerado la joya del estilo manuelino, exclusivamente portugués. La excelencia arquitectónica es evidente, y ha sido reconocido como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.


La iglesia del monasterio, la Iglesia de Santa María de Belém, es un magnífico templo de tres naves sostenidas por elegantes pilares que se articulan con una bóveda ojival, bella y única. La luminosidad, proporcionada por los rayos de sol que pasan a través de las vidrieras, es extraordinaria, teniendo un carácter casi irreal. Las tumbas de Vasco de Gama y del poeta épico Luís de Camões se encuentran ahí. El visitante se siente simplemente superado por la belleza y grandeza asociadas a la historia, a la fe, pero también por el conocimiento y determinación que movió a la cultura portuguesa.


No podemos ver la iglesia con el detenimiento que nos hubiese gustado, pues están en misa.
Vamos después al Monumento a los Descubridores. Este no es gratuito, asi que pagamos la entrada correspondiente. Hay varias opciones. Nosotros cogemos la más básica, la del monumento y audiovisuales (viene junto), que son 2,50 € por persona.


Este monumento invoca la grandeza de la época de los descubridores. El monumento, de 1960, celebra el quinto centenario de la muerte del Infante D. Enrique, homenajeando a este impulsor de los descubrimientos, pero también a los navegantes portugueses más importantes.

Sin duda, Belém ha construido su singularidad como símbolo de la "Edad de Oro" de los descubrimientos.

Hay un ascensor que nos lleva hasta el mirador (nada más y nada menos que 6 pisos). El mirador es estrecho, pero nos ofrece unas buenas vistas de los Jerónimos, de la Torre de Bélem…


Al bajar, visitamos un poco por encima las 2 exposiciones que tienen.

Salimos y damos un bonito paseo al lado del río Tajo. Sopla mucho viento pero el paseo es agradable. Y así, llegamos a la Torre de Belém, otro maravilloso monumento, clasificado igualmente como Patrimonio Mundial por la UNESCO. Concebida en el siglo XVI por Francisco Arruda, la Torre de Belém está constituida por una torre cuadrangular con baluarte poligonal orientada hacia el eje del río Tajo. En la decoración exterior abundan las fachadas que evidencian la influencia árabe y veneciana en los balcones y barandillas, contrastando con el interior, bastante más austero en su decoración. Los elementos orgánicos del estilo manuelino se encuentran aquí ampliamente representados. La Torre de Belém ostenta la primera representación escultórica de un animal africano, en este caso un rinoceronte.


Hoy la entrada también es gratuita. La visita es bonita, buenas vistas, fotos bonitas (esperamos)… La escalera de caracol para subir a la torre… un poco agobiante para mí, pero merece la pena.


Al bajar de la torre nos dirigimos ya a por los famosos Pasteis de Belem porque ir a Lisboa y no comer Pasteles de Belén es un crimen. Uno no se puede resistir. El problema está en comer sólo uno, porque son tan buenos... que apetece seguir y no parar. Los pasteles de Belén son una especie famosa de pasteles de crema, en los que la base es de hojaldre y el relleno de leche, nata, vainilla y.... no se sabe que más. La receta de los Pasteles de Belén es una de las historias mejor guardadas de la confitería portuguesa. Nadie sabe a ciencia cierta cómo se hacen, sólo dentro de la Fábrica, en un café en Belén, cerca del Monasterio de los Jerónimos, que se ha convertido en punto de romería diaria.

Los Pasteles de Belén son un verdadero símbolo turístico: a diario se venden más de 10.000, acompañados de azúcar y canela, fantásticamente empaquetados. En el interior del número 84 de la Rua de Belém, en la fábrica fundada en 1837 se pueden ver los paneles de azulejos del siglo XVIII, que son tan famosos como los pasteles que venden.


Compramos media docena para probar. Nos los dan calientes, en una caja… Uf! Es difícil resistirse… Cuando salimos de la tienda, decidimos que nos apetece tomarnos un pastel allí mismo, así que entramos en la cafetería y nos tomamos un pastel cada uno con un café. ¡Riquísimo!


Cogemos el autobús de vuelta al camping. Hemos pasado una mañana agradable. Al llegar al camping preparamos la comida. Comemos y descansamos.

Por la tarde damos una vuelta por el camping. Vemos la zona de acampada libre, donde hay varias tiendas de campaña, y la zona de bungalows.

Empieza a llover así que regresamos a la caravana. Lo que al principio eran cuatro gotas, se convierte en una lluvia fuerte.

Después de cenar y ver las fotos, a las 22:40 h nos vamos a la cama. ¿Por qué será que cuando estamos en la caravana nos da el sueño tan pronto? ¿Será porque estamos relajados? En fin, sea por lo que sea, nos vamos a descansar…

Lunes 14 Mayo

Nos levantamos a las 7:40 h. Hay alguna nube en el cielo, pero hace sol y no hace viento, lo cual se agradece. Así que, desayunamos fuera de la caravana. Nos arreglamos y a las 9 h salimos dirección a Évora.

El GPS nos saca fenomenal de Lisboa y enseguida estamos enfilados al Puente 25 de Abril. ¡Es impresionante! Muy largo, muy alto… Desde el coche voy haciendo fotos del puente, de las vistas… y también grabo un vídeo mientras pasamos.


De frente hay mucho tráfico, un atasco impresionante. Pero en nuestro sentido hay poco tráfico y enseguida empezamos a ver Évora en los carteles.

El Alentejo es una de las regiones más desconocidas de Portugal en el exterior, y sin embargo al conocer Évora, capital del alto Alentejo, resulta completamente inexplicable. Ciudad que a través de su historia ha conservado milagrosamente el testigo de cada una de las civilizaciones que la habitaron, hoy acumula un patrimonio histórico de primer nivel. Está a 120 kilómetros de Lisboa y merece la pena visitarla unos días o hacer un alto en el camino

Al llegar a Évora, dejamos el coche en un parking cubierto. Nos quedamos más tranquilos. Y nos dirigimos a la Plaza do Giraldo, una plaza porticada que es el centro de la ciudad y cuenta con un foro romano. Nos acercamos a turismo, donde nos dan un plano y nada más, ni siquiera nos explican qué ver. En Portugal son escuetos dando la información, porque en Lisboa nos pasó lo mismo.


Visitamos la Catedral (Sé), inspirada en el estilo de las catedrales francesas del siglo XII, a caballo entre una iglesia y una fortaleza, con un estilo sencillo y armónico. Tiene un coro barroco de mármol rosa y azul. El horario de visita es de 9 a 12 h y de 14 a 17 h. El Claustro es bonito (1,5 € cada uno) y merece la pena.


En la torre de esta Catedral encontraremos el Museo de Arte sacro, de aspecto austero, con una escalera para subir a la terraza y ver una vista de la ciudad.



Al salir, nos dirigimos al Templo de Diana, del siglo II, con más de una docena de columnas corintias con basa y capiteles de mármol de Estremoz.


Continuamos paseando por la ciudad. Son calles muy estrechas en las que apenas cabe un coche, las casas todas bajas y blancas… Nos parece una ciudad muy “cuca” y estamos muy a gusto.


Sin buscarlo, nos encontramos en la Iglesia de la Misericordia y decidimos entrar. ¡Qué original! Todas las paredes, excepto el retablo, están cubiertas con azulejos que representan escenas bíblicas.


Vamos después a la Iglesia de San Francisco. Digna de visitar. Tiene un pórtico con arcos estilo mudéjar muy notables. Alberga 12 capillas y un vía crucis de azulejos en la Sala Capitular, justo antes de entrar en la conocida como capela dos Ossos. Aunque por el nombre se puede pensar que es la "capilla de los osos", en realidad es una capilla decorada con miles de calaveras y tibias humanas del siglo XVI. Nosotros hemos sido de los “equivocados”. Bueno, más que equivocados, no sabíamos qué era y decidimos entrar (y pagar, claro, 1,5 € cada uno). La verdad es que impresiona y yo salgo muy rápida…

La iglesia tiene también una capilla de la Orden Tercera.


Volvemos a la Plaza do Giraldo donde, aprovechando que hace bueno, nos sentamos en una terraza a tomar una cerveza.

Y vamos ya a por el coche. Dejamos Évora, que nos ha gustado mucho, la verdad. De camino, paramos en un supermercado a hacer una pequeña compra. Y comemos en un área de servicio de la autopista. Está preparada con mesas y bancos, juegos infantiles, baños…

Después de comer volvemos ya al camping. Pasamos de nuevo por el puente 25 de abril…

Ya en el camping… ducha, lavar algo de ropa, preparar fotos… Hace una tarde buenísima y aprovecho a tomar un poco el sol.

Cuando el sol va cayendo y no tiene fuerza, damos una vuelta por el camping. Nos gusta ver las caravanas y autocaravanas que van llegando… Hoy vemos una autocaravana griega!

Regresamos a nuestra caravana. Javi continúa con las fotos mientras yo anoto gastos y escribo el diario.

Cenamos y tras mirar el viaje de mañana y tomar un cola-cao, nos vamos a dormir.

Martes 15 Mayo

Nos levantamos a las 7:30 h. El cielo está completamente despejado y ya nos dan los primeros rayos de sol. Parece que el día va a ser bueno.

Después de desayunar y arreglarnos, a las 8:45 h salimos dirección a Fátima. Nada más incorporarnos a la carretera, encontramos un atasco impresionante. Estamos aproximadamente unos 45 minutos en el atasco. Los atascos son habituales en Lisboa (sobre todo para entrar en la ciudad) pero los conductores se lo toman con calma, no se ven nervios, no se oyen claxon…

Pasado el atasco, enfilamos ya la A1 dirección a Fátima. El tráfico es fluido y el viaje va sin complicaciones. A las 10.30 h llegamos al Santuario de Fátima.


La historia de Fátima está permanentemente asociada a la existencia de tres niños: Lucía y sus primos, Francisco y Jacinta Marto. La dulzura y fe inocente de unos pequeños y humildes pastores los llevó a vislumbrar a la más santa de las imágenes: la de Nuestra Señora.

El 13 de mayo de 1917, en Cova de Iría, a pocos kilómetros de Fátima, vislumbraron un resplandor, donde ahora se localiza la Capilla das Aparições. La Virgen les pidió que rezasen mucho por el bien del mundo y anunció que volvería durante los siguientes meses, todos los días 13.

La última aparición tuvo lugar en el mes de octubre, siendo presenciada por cerca de 70.000 peregrinos que asistieron al Milagro del Sol.

Se construyó una basílica, de estilo neobarroco, a la que todos los años acuden más de siete millones de visitantes, convirtiendo el lugar en uno de los puntos más importantes de turismo religioso del mundo.

La capillita das Aparições, emblema del Santuario, fue el primer lugar de culto en construirse.

En el recinto del santuario también se puede contemplar la gran encina, el monumento al Sagrado Corazón de Jesús, que se erige en el centro de la plaza, y la Cruz Alta en la cima sur del recinto.

Además del recinto del santuario, se puede visitar el Centro Pastoral Pablo VI, la Casa dos Pastorinhos y el Museo Etnográfico en Aljustrel, el monumento a Nuestra Señora en Valinhos, la Loca do Anjo, la Vía Sacra o Calvario, el Museo de Cera de Fátima, el Museo de Arte Sacra y Etnología de Fátima, el Museo Apariciones 1917 y también el Museo El Pesebre y Aldea de Belén Animados.

Fátima es hoy el Altar del Mundo, uno de los principales centros de peregrinación del planeta, donde millones de peregrinos encuentran bienestar espiritual.

Vamos primero a comprar una vela. Las hay de varios tamaños. Es como un supermercado: están distribuidas en cestas según el tamaño, y al lado hay una ranura (como una hucha) para introducir el dinero de las velas que has cogido.

Con nuestra vela vamos a la Pira, donde se enciende y se deja. Ahí se van quemando… y en algún punto hay una verdadera hoguera.

Al lado se encuentra la capilla de las Apariciones. Ahora hay misa y se respira mucha devoción, mucho silencio.

Y vamos al santuario. También hay misa (en portugués), así que no podemos visitarlo. Nos quedamos dando un paseo por los alrededores, haciendo fotos… dando tiempo a que termine la Eucaristía.


A las 12:10 h finaliza la misa y entramos al Santuario. Es bonito, grande… y, al igual que en la capilla, se respira mucha devoción a la Virgen de Fátima.


Nos dirigimos ahora a Batalha, donde visitamos el Monasterio. El Monasterio de Batalha, o Monasterio de Santa María de la Victoria, símbolo de la reconquista de la nacionalidad, data del siglo XIV y fue construido en homenaje a la victoria en la Batalla de Aljubarrota contra los castellanos. Su construcción surgió de un voto de D. João I a la Virgen, en caso de victoria. Éste es, sin duda, el gran monumento del gótico final portugués, siendo el primer ejemplo del llamado "arte manuelino".


Es muy bonito, aunque la entrada para el claustro es cara (4,50 € cada uno). Pero la verdad es que el claustro es precioso…


Nos llama la atención la Tumba del Soldado Desconocido, donde hay dos militares “de guardia”. Si yo tuviese que estar en esa posición como están ellos… uf!


Salimos después hacia Nazaré. Conocida por su bella playa, una de las más típicas del Portugal, Nazaré es famosa por sus maravillosos paisajes, su historia y leyenda de la Virgen de Nazaré, por sus gentes simpáticas y hospitalarias, sus tradiciones y su gastronomía de la mar.

Vamos directos al Mirador de El Sitio. Las vistas son impresionantes… Nos llaman la atención los puestos que hay de frutos secos y sobre todo de higos.


Preguntamos en un restaurante para comer cataplana de marisco o de pescado, tal y como nos habían recomendado. Pero nos dicen que eso es típico del Algarbe y que aquí no lo vamos a encontrar. Pero quién nos lo ha recomendado, la comió en Nazaré… así que bajamos con el coche hasta la playa para mirar en los restaurantes de esta zona. ¡Y lo encontramos en el primer restaurante que miramos! No había de marisco pero pedimos la de pescado. Es una cazuela metálica con una forma muy curiosa, en la que preparan el rape y los langostinos con una salsa. Lo traen caliente y la cazuela mantiene el calor. Está muy rica.


Eso sí, comprobamos que son gente tranquila. Tardan mucho en servir, en recoger, en cobrar… Salimos de comer a las 17:15 h más o menos.

Nos hacemos unas fotos en la playa y, como no podía ser de otra forma, Javi tiene que acercarse al agua y tocarla. Además, aquí es el Océano Atlántico…


Jugando, jugando… para no mojarse cuando viene la ola… intenta levantarse y girar… pero se queda clavado en la arena, da un grito de dolor y se queda tumbado en la arena. No puede moverse. El susto es tremendo… Apoyado en mí como puede, salimos de la playa al paseo donde va relajando la pierna. Estoy muy asustada. Me temo una rotura de ligamentos o yo qué sé…

Poco a poco conseguimos salir de la arena al paseo. Javi está empapado: los playeros, el pantalón, la camiseta… Damos un pequeño paseo para comprobar cómo va caminando. Dice que puede conducir. Yo quiero ir al médico y volver al camping, llamar al seguro y volver a casa. Pero él quiere ir a Óbidos, tal y como teníamos pensado.

Y como es tan cabezota… vamos a Óbidos. Óbidos es una magnífica villa medieval rodeada por murallas que se remontan a los tiempos de los moros, deslumbrando a cada uno de sus visitantes.


Conquistada por D. Alfonso Henriques en 1148, Óbidos posee entre sus variadas atracciones un bello castillo, donde hoy existe una Pousada de Portugal y desde donde puede contemplar un magnífico paisaje.

También se la conoce como "villa de las reinas", debido a la tradición real por la cual los reyes la ofrecían a sus reinas como regalo de boda.

Óbidos es una villa encantadora y con muchas iglesias y capillas repletas de obras de arte, azulejería, pintura, talla dorada y joyas sacras. Cada calle o travesía con sus pintorescos rincones invitan al paseo tranquilo y renovador, mostrando el equilibrio y armonía de la pequeña villa museo.

Las casas encaladas con sus frisos coloristas, adornadas con flores, complementan a la perfección el cuadro.


Dejamos el coche en la parte baja y vamos subiendo. Son calles muy estrechas y empinadas. Pero despacio, llegamos al castillo y la muralla. La verdad es que no disfruto mucho. Estoy más pendiente de cómo está Javi que de lo que estoy viendo. Hacemos alguna foto y decidimos regresar. ¡Otra vez será!


Finalizada la visita, regresamos al camping. El GPS nos trae fenomenal, por unas carreteras de Lisboa por las que no hubiésemos sabido salir sin el GPS. Menos mal que lo tenemos.

Llegamos al camping a las 20:50 h. Tenemos vecinos nuevos. Hay mucho movimiento en el camping.

Javi sigue empeñado en no ir al médico…

Tomamos un refresco mientras Javi descarga las fotos, y yo escribo el diario y anoto gastos… Hoy no cenaremos. Hemos comido bastante y algo tarde…

Antes de ir a la cama, nos tomamos un vaso de leche y a las 22:30 h nos vamos a la cama.

Miércoles 16 Mayo

Hemos pasado una mala noche. Javi tenía muchos dolores y se ha puesto muy nervioso. No sabía cómo colocarse. Hemos dormido a ratos… Pero sigue empeñado en no ir al médico ni llamar al seguro…

Así que decidimos quedarnos todo el día en el camping, a ver si la pierna se recupera, y nos levantamos a las 9 h. No tenemos ninguna prisa…

Desayunamos fuera, pues hace un día precioso. Después Javi se pone con el ordenador y las fotos. Yo aprovecho a lavar algo de ropa.

El día lo pasamos tranquilos. Ponemos hielo en la pierna y la rodilla de Javi. Se toma un antiinflamatorio, pues la rodilla se le ha hinchado.

Parece que puede andar algo mejor y ya no tiene tantos dolores como por la noche. Damos pequeños paseos, despacio, sin forzar…

Después de cenar, jugamos un rato a las cartas y nos vamos a dormir a las 22:45 h. a ver qué tal pasa la noche…

Jueves 17 Mayo

Nos levantamos a las 8 h. Hace un día estupendo. Hoy hemos dormido bien, Javi no ha tenido dolores y dice que puede andar y conducir, así que aunque yo no estoy muy convencida, salimos a las 9:20 h hacia el Palacio de Queluz

El Palacio de Queluz, y sus jardines, es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura portuguesa de finales del s. XVIII.

Mandado construir por D. Pedro III, esposo de la reina Dña. Maria I (1734-1816), este palacio fue residencia real y constituye uno de los mejores ejemplos de la arquitectura portuguesa de finales del siglo XVIII.

Fue enriquecido con un importante museo de artes decorativos, cuyas colecciones pertenecieron, en su mayoría, a la familia real, y que se exhiben en su entorno original. Muchos de sus salones presentan decoración rocaille, como el espléndido Salón del Trono, de paredes cubiertas de espejos y magnífica talla dorada.


Sus jardines son realzados por fuentes y lagos decorativos de los cuales el agua brota de figuras mitológicas. Destaca el grupo escultórico alrededor del lago del Jardín de Neptuno.


Al llegar nos advierten que una parte de los jardines está cerrada porque los están arreglando. La entrada son 4 € por persona y el horario de 9:30 a 17 h de miércoles a lunes (cierran los martes).

Disfrutamos del paseo por los jardines, aunque cuando estábamos montando el trípode para hacernos una foto los dos juntos, ha venido un señor (suponemos que es un vigilante) y nos ha dicho que no podemos usar trípode. La verdad es que nunca he entendido que no dejen usar trípode en el exterior… Nos ha cabreado mucho, y encima nos hemos quedado sin foto…

La rodilla de Javi está algo cargada, pero insiste en que seguimos hacia el palacio Da Pena en Sintra. Al llegar a Sintra, el GPS nos manda por una carretera… que es dirección prohibida! No había ninguna señal y nosotros enfilamos la carretera… hasta que una furgoneta que baja, nos avisa y nos indica que debemos subir por otro lado. Así que damos la vuelta, cogemos dirección Sintra y ahora sí, el GPS nos lleva fenomenal hasta destino. Vaya carretera… qué curvas, qué pendiente… Arriba está todo ocupado… y Javi mete el coche en una zona de tierra, con desnivel…

El Palacio da Pena, el más completo y notable ejemplar de la arquitectura portuguesa del romanticismo, ha sido recuperado y pintado con los colores originales y destaca entre el verde salvaje. Construido a partir de las ruinas del Monasterio Jerónimo de Nossa Senhora da Pena, el palacio se remonta a 1839. Además de su importancia histórica y como museo, también se realizan conciertos de música clásica, exposiciones y recreaciones históricas.


Está abierto de 9:45 a 19 h. La entrada cuesta 8 € el adulto. Cogemos un autobús que nos lleva hasta el palacio (1,5 €). Se puede subir andando y nos hubiese encantado poder hacerlo, pero con la pierna de Javi no podemos. Por mucho que él intente convencerme de que está bien… yo sé que no es así…

El palacio nos parece precioso, tanto por fuera como por dentro. En el interior no permiten fotos, así que todas las fotos son del exterior. Lo recorremos despacio, hay muchas subidas y bajadas, muchas pendientes, muchas escaleras… y eso no es bueno para Javi. Pero disfrutamos mucho de la visita.


Al bajar (en el bus, por supuesto) nos tomamos una cerveza sentados en la terraza.

Bajamos después a Sintra. Sintra es un punto de atracción inagotable. La perfecta simbiosis existente entre la naturaleza y el patrimonio edificado hicieron que la UNESCO la considerara Patrimonio de la Humanidad, en la categoría de Paisaje Cultural, en 1995.

Adorada a lo largo de los tiempos por artistas y escritores de todo el mundo, la pasión por la villa alcanzó su apogeo en el siglo XIX, en plena época romántica. Poetas como Lord Byron, que la denominó "jardín del paraíso terrenal", o escritores portugueses como Eça de Queiroz, que la destacó en tantos pasajes de sus libros, alimentaron una imagen de villa romántica que es suya por derecho.

Comenzando en el centro histórico de la villa, se alza el Palacio Real, uno de los muchos edificios monumentales de la región. Pasear por el centro de la villa es viajar hasta un mundo mágico, repleto de aparentes insignificancias extremadamente ricas. Todo esto rodeado y vigilado por la imponencia de la Sierra de Sintra, con su verde vegetación, en la que todos los paseos son posibles.


Preguntamos por un paseo en coche de caballos… ¡30 € por media hora! Nos parece un robo y decidimos dar un pequeño paseo a pie… Sintra nos parece un sitio bonito, pero demasiado turística, está llena de gente…

Vamos ahora al Cabo da Roca, se encuentra a tan solo dieciocho kilómetro de Sintra, es el punto más occidental de la península Ibérica, y por tanto de todo el continente europeo. Este se encuentra en el lugar donde las estribaciones de la sierra de Sintra llegan al mar, formando un acantilado de más de ciento cuarenta metros de altura. La vegetación de dispone a modo de almohadillada, a fin de resistir los embates del viento, que sopla sin cesar.


Aquí comemos, mirando al mar, con un paisaje precioso… Además de la contemplación de este paisaje, en turismo se puede adquirir el correspondiente certificado oficial que da fe que el viajero ha estado en el punto más occidental de la Europa continental. Nos hace ilusión y esperamos poder obtener el del Jungfrau (Top of Europe) este verano, y algún día el de cabo Norte…

Ahora cogemos dirección a Cascais. Vamos por la costa y disfrutamos de un paisaje precioso. Incluso la carretera atraviesa una playa…

Así llegamos a la Boca do Inferno. Hoy el mar está en calma, pero con mala mar tiene que ser impresionante.


Y para terminar el día vamos a Estoril. Vamos al casino. El Casino Estoril, el mayor de Europa, es el mejor ejemplo, siendo uno de los puntos más representativos de la animación portuguesa, ofreciendo a su visitante un conjunto extraordinario de actividades lúdicas desde las variadísimas modalidades del juego, hasta grandes momentos de entretenimiento, con espectáculos diarios.
Preguntamos si con nuestras pintas podemos entrar… y nos dicen que no hay problema. Se puede visitar la zona de las máquinas. Al entrar tenemos que dejar la cámara y el trípode en consigna.

La zona de máquinas es impresionante. ¡Hay muchas máquinas! Muchas de ellas no las habíamos visto nunca… Nos resulta muy curioso…

Y ya volvemos al camping. Hace un calor impresionante. Nos duchamos, y nos tomamos un refresco en el avance. Javi se pone con las fotos y yo escribo el diario.

Tras tomarnos un cola.cao, nos vamos a dormir. Hace un calor espantoso.

Viernes 18 Mayo

Nos levantamos a las 8 h y ya hace calor. Tras desayunar y arreglarnos, cogemos el autobús que nos lleva al centro de Lisboa.

En la misma plaza donde nos deja el autobús, cogemos el tranvía nº 12 que sube al Castelo. Nos lleva por el barrio de Alfama. ¡Vaya calles! El tranvía tiene que parar en varias ocasiones porque hay coches aparcados y no puede pasar. Pasa muy cerca de los coches, de las casas, de las esquinas… ¡de todo!

No sabemos muy bien en qué parada tenernos que bajarnos, y para cuando nos damos cuenta, el tranvía ya está bajando de nuevo hacia el centro. Decidimos llegar hasta la última parada y volver a subir. No sabemos si nos van a cobrar otro viaje… pero el tranvía coge gente y no nos cobra.

Esta vez estamos más atentos e intuimos dónde tenemos que bajar, aunque no hay ninguna indicación hacia el castelo… Un amable portugués nos indica por dónde tenemos que ir y al fin llegamos al Castelo.
Tras pagar la entrada (5 € cada uno), entramos ya en la zona del Castelo. Hay unas vistas preciosas de Lisboa y hacemos muchas fotos.

Se le considera la cuna de la ciudad y es uno de los monumentos más visitados, por las magníficas vistas sobre la ciudad antigua y el estuario del Tajo. Es mucho anterior a la Fundación Nacional (1143) Y su configuración actual data de la primera dinastía portuguesa.

Estamos delante de un castillo medieval, de planta más o menos rectangular, con construcciones en estilo románico y gótico. La muralla esta interrumpida por diez torres de planta cuadrada, muchas de ellas con dos pisos. Una torre coraza baja desde 10 alto de la muralla.

En la barbacana, rodeada por un foso, se abre la puerta principal.

Subsisten importantes vestigios de las antiguas cercas, en gran parte integradas en edificios. De la Cerca Moura todavía se ven siete tramos de la muralla visible desde la vía pública; y de la Cerca Fernandina existen ocho tramos, cinco de ellos perfectamente identificables.


El interior del monumento se divide en tres partes: la fortaleza cuadrada del castillejo, donde queda la Torre de Ulises, todavía en línea defensiva se situaba la alcazaba musulmana; en el área intermedia, hoy habitada, con el caserío del municipio de Santa Cruz.

Con recelo por la pierna de Javi, subimos a la muralla. Hay zonas muy estrechas y la barandilla es muy baja. Si llego a saberlo… ¡no subo! Paso con mucho miedo las zonas estrechas…Al bajar de la muralla, nos tomamos una cerveza sentados en la terraza del bar. Hace mucho calor.

Bajamos ahora a la Sé (Catedral). Las piedras de la Catedral de Lisboa son testigo de la historia de esta ciudad, desde los tiempos en que era puerto árabe. Sobre las ruinas de una mezquita, el primer rey de Portugal, tras la conquista de la ciudad en 1147, mandó levantar esta catedral, también conocida como Iglesia de Santa María la Mayor.


Es el monumento más antiguo y venerado de la ciudad, símbolo de la arquitectura medieval religiosa. Único monumento lisboeta de fundación románica y lugar de vestigios arqueológicos de la ocupación romana, visigótica y árabe.

Entramos en el interior con sus anchas paredes y admiramos la belleza austera de las fachadas principal y laterales, las torres, las naves, el transepto, la capilla mayor, el deambulatorio, las capillas alfonsinas… El Claustro es de pago y decidimos que no entramos, que ya hemos visto varios claustros en este viaje…



El horario es de 10 a 19 h todos los días.

Continuamos paseando hacia el centro. El paseo es agradable, hay buen ambiente, mejor que el sábado por la tarde…

En la Confitería Nacional compramos pastas para llevar a la familia. Y también nos tomamos un refresco en la terraza.

Cogemos el autobús para volver al camping y llegamos a las 15:30 h. Ya es tarde para preparar la ensalada de pasta que habíamos pensado, así que picoteamos un poco de embutido y unas salchichas a la plancha. Cuando terminamos de comer, ya son las 17 h.

Descansamos el resto de la tarde. Fotos, tomar el sol, leer… Nos damos un paseo y vemos que la piscina ya está abierta, así que mañana la probaremos.

Sábado 19 Mayo

Nos levantamos a las 8 h. Desayunamos tranquilos y nos arreglamos. A las 9:20 h salimos hacia el Centro Comercial Colombo. El GPS nos lleva directos al aparcamiento… ¡que es de pago!

En Continente hacemos algunas compras. Y después damos una vuelta por el centro comercial, buscando sobre todo algún recuerdo para los sobrinos, puesto que no les hemos comprado nada. Pero todo son tiendas comerciales de ropa (Zara, Cortefiel…), restaurantes, AKI, Toysrus… Pero eso también podemos encontrarlo en casa…

Así que volvemos al camping. Comemos y por la tarde recogemos, echamos la siesta… Javi se pone un rato a seguir con la casita que está construyendo (una maqueta). Después nos vamos a la piscina. El agua está un poco fría, pero Javi dice que le viene bien para la pierna.

Después de cenar y echar una partida, nos vamos a dormir. Mañana es día de viaje…

Domingo 20 Mayo

Nos levantamos a las 7:30 h. Desayunamos, terminamos de recoger, nos arreglamos… y a las 9 h salimos del camping. La salida es tranquila, no hay mucho tráfico, se nota que es domingo temprano.

Nos cae una fuerte tormenta. Rayos, truenos, granizo… ¡Qué miedo!

El resto del viaje es tranquilo. Paramos a tomar un café y en la tienda de la gasolinera, encontramos unas cosillas para los niños. ¡Menos mal!

Paramos a comer ya en España, en una gasolinera nueva. Estuvimos a a gusto, aunque pendientes del tiempo porque está muy negro y se oyen truenos… Así que no paramos mucho tiempo, no sea que nos caiga otra tormenta.

Llegamos a las 17 h a guardar la caravana. Las vacaciones han terminado… Hay que pensar ya en las siguientes…

Una vez dejadas las cosas en casa, nos acercamos a urgencias. Javi sigue teniendo molestias. No ha dicho nada hasta que no hemos llegado a casa y ha venido aguantando todo el camino. Nos dicen que es una rotura de ligamentos… Me lo temía…

Por lo demás, unas vacaciones estupendas. Portugal nos ha encantado y seguro que es un destino que repetimos en otras ocasiones.

Datos del viaje:

Gasoil: 146,05 €

Autopista: 39,6 €

Autobús Lisboa: 10,4 €

Entrada Monumento Descubridores: 5 € (2,5 € x 2)

Entrada catedral Évora : 3 € (1,5 x 2)

Entrada Capela dos Ossos: 3 € (1,5 x 2)

Puente 25 Abril: 1,25 €

Entrada Monasterio Batalha: 9 € (4,5 x 2)

Entrada Palacio de Queluz: 8 € (4 x 2)

Entrada Palacio da Pena: 16 € (8 x 2)

Autobús Palacio da Pena: 3 € (1,5 x 2)

Tranvía Lisboa: 2,6 € (1,3 x 2)

Entrada Castelo: 10 € (5 x 2)

Camping Monsanto: http://www.lisboacamping.com/

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