viernes, 2 de abril de 2010

Webcampada Jose Filgueiras (Riaza 12-13-14 Febrero 2010)

Viernes 12 febrero

Salimos a las 16.15 h con nuestra caravana dirección a Riaza. Pese al frío, vamos con mucha ilusión y muchas ganas. Ganas por salir con la caravana, que desde que la tenemos sólo salimos en Diciembre a Burgos. Sí, ya sabemos que el tiempo no acompaña en esta tierra en invierno, y eso nos tira un poco para atrás (bueno, a mí me da más pereza que a Javi), pero vamos como niños con zapatos nuevos de contentos. Y mucha ilusión por ver a personas ya conocidas y conocer a nuevos foreros…

Y así, con toda nuestra ilusión, llegamos a Riaza a las 18 h. Allí nos encontramos ya con Sidra, Tara, Pozuelo, Picapinos, Dapedre… Ponemos cara a gente con quienes hemos hablado en el foro. ¡Qué bien!

A lo largo de la tarde-noche van llegando más foreros, y la webcampada va tomando forma. Llegan Rubim2mar con su auto nueva. ¡Qué chulada! Ya teníamos ganas de verla y estrenarla…

Sidra tiene montado el cenador. La idea es montar 2 cenadores más, calentarlos con los calefactores de aire y poder cenar allí. Pero hace mucho frío y tenemos el salón social, así que se decide que cenaremos en el salón. Preparamos las mesas, sillas y vamos llegando con nuestras cosas para compartir. Hay muy buen ambiente. Allí cenamos, nos saludamos, charlamos…

Lo malo es salir del salón, donde se está bastante bien (todavía no le ha dado tiempo a la calefacción a calentar mucho), para ir a la caravana. Uf! ¡Qué frío hace! Menos mal que hay poco trayecto y en la caravana hace bueno. Habíamos dejado los radiadores encendidos y han cumplido su misión. Pero los dejamos toda la noche porque sino la temperatura bajaría mucho.

Sábado 13 Febrero

Nos levantamos a las 9 h. Miro por la ventana… ¡madre mía! Cómo están los coches… Incluso en la ventana de la caravana, la condensación se ha convertido en hielo…


Tras el desayuno, nos preparamos y salimos a la calle. ¡Qué frío! Alguno comenta que anoche llegó a ver
-9º. Hay agua congelada saliendo de los desagües, algunos se han quedado sin agua porque se les ha congelado… Pero el sol parece que quiere acompañarnos…

A las 11 un grupo salimos con los coches. Vamos a hacer la ruta de los pueblos amarillos, rojos y negros. Bueno, lo que nos dé tiempo, porque queremos ir a La Pinilla para que los niños disfruten en la nieve, y tenemos hora para regresar al camping para la comida.

Por error (ay, los tom-tom que nos meten en cada sitio…) nos metemos en la plaza mayor de Riaza y de frente hay un camión de butano. Por lo tanto, no podemos tirar ni para adelante ni para atrás. Vamos, que nos hemos quedado atascados y hemos montado un atasco en la Plaza Mayor de Riaza… Aunque nosotros ya la conocíamos, la vemos desde el coche.

Su aspecto actual data del año 1873, cuando se explanó el ruedo que tiene forma de elipse. En su centro (lugar estratégico y de paso obligado tanto para vecinos como viajeros, ya que en él confluyen las distintas calles) estuvo colocado el “rollo jurisdiccional” (a veces denominado simplemente “rollo” o “picota”) que era una columna de piedra, sobre unas gradas, que solían poseer aquellos municipios que gozaban de plena jurisdicción, donde se exponía a los reos a la vergüenza pública y se colgaban los miembros cortados de algunos condenados a muerte o mutilados. Podemos decir, por tanto, que la picota servía como medio de escarmiento, manifestando al mismo tiempo el poder del señor feudal. Este instrumento se colocaba normalmente en las poblaciones cabeza de mayorazgo (aunque este no era el caso de Riaza), por ser éstas normalmente las más destacadas en cuanto a infraestructuras y lugar habitual de residencia del señor feudal, desde donde administraba justicia sobre sus dominios. Hay que recordar en este punto que Riaza gozó de jurisdicción de Horca y Cuchillo, en virtud de la cual podía juzgar cualquier tipo de crimen condenándolo a la pena que se considerara oportuna. Hasta que los rollos jurisdiccionales fueron suspendidos por decreto de las Cortes de Cádiz de 1812 (desapareció de la plaza a principios del siglo XIX), era el emblema que acreditaba la categoría de Villa, simbolizando el poder que el señor feudal tenía para administrar justicia sobre sus vasallos. Con la plaza sin rollo, a principios del siglo XX se decide instalar una farola de hierro fundido con base de piedra que iluminó las noches riazanas hasta que desapareció en los años 60 del siglo XX porque dificultaba la lidia de toros o novillos.

El coso está rodeado en sus partes sur y oeste por gradas de piedra que salvan la pendiente existente, coronadas por bloques rectangulares del mismo material, que se unen por barandales de hierro forjado en Riaza y que son una de las señas de identidad del recinto.

Las casas de la plaza, típicas casas riazanas, algunas de ellas con fachadas blasonadas, construidas la mayoría en el siglo XVIII, tienen la particularidad de poseer soportales apoyados en columnas de piedra o de madera, que servían de abrigo para las gentes en días inclementes, siendo el lugar en el que se comerciaba los lunes de mercado.

El conjunto formado por la plaza, el Ayuntamiento y las calles aledañas forma parte de los Bienes de Interés Cultural desde que el 8 de diciembre de 1970 se lo nombrara Conjunto Histórico Artístico.

Una vez que conseguimos dar la vuelta, cogemos la carretera SG-V-1111 que va desde Riaza a Santibáñez de Ayllón, y así nos adentramos en la Ruta del Color.

Primero nos encontramos los pueblos amarillos. Aquí aparece el color amarillo (y blanco) propio de las cuarcitas que se utilizan en la construcción de sus muros y que, en algunos casos, se conjugan con otros materiales presentes en la zona.

El primer pueblo que visitamos es Alquilé. Se levanta esta pedanía a 1.240 metros. Sus ocho habitantes moran un lugar al que la tierra bermeja, las cuarcitas y la oscura pizarra dan un aspecto peculiar.


En el siglo XVIII se llamaba Alquitee y en 1.123 se citaba como Alchite. Este nombre, proviene del árabe y su significado parece ser “el gato”.

El núcleo está enclavado en una ladera, dentro de la cual se levanta la Iglesia de San Pedro Apostol, que es de origen románico. Sobresale por su extraordinaria portada, adornada con tres lujosas arquivoltas, hasta el punto de haber sido puesta en relación con el arquitecto que hizo la sala capitular de la catedral del Burgo de Osma. Guarda en su interior una cruz procesional gótica de finales del siglo XV.

Entramos a recorrer el pueblo con los coches. Parecemos una manifestación, incluso va una autocaravana. Y después paramos en plena carretera (menos mal que no hay tráfico) para observarlo desde aquí.


Ahora nos dirigimos a Martín Muñoz de Ayllón, que es una pedanía de Villacorta agregada al Ayuntamiento de la villa de Riaza, de la que dista 10 kilómetros. Destaca por el color rojizo de la tierra y de la piedra con la que se construyen los muros de sus viviendas, así como por el negro de la pizarra de alguno de sus tejados. Pero el color que predomina en sus construcciones es el amarillo (y blanco) propio de las cuarcitas que se utilizan para levantar sus muros, conjugadas con los materiales antedichos.

Hasta el siglo XIX se llamaba simplemente Martín Muñoz, pero como hay varias localidades en la provincia de Segovia con este nombre, se añadió para poder distinguirla el sufijo “de Ayllón”, por pertenecer a esta comunidad de Villa y Tierra.

Su iglesia, dedicada a la advocación de San Martín de Tours, patrón del lugar, es el edificio más importante del pueblo.

Aquí sí que dejamos los coches (hemos ocupado todo lo que parece una plaza) y recorremos un poco el pueblo. Son pueblos tan pequeños, que enseguida se “terminan”.


Volvemos a montar en los coches y ahora nos dirigimos a Villacorta, que pertenece ya a los pueblos rojos. En determinadas localizaciones de la Sierra de Ayllón aparece un sustrato rojo rico en compuestos férricos. Las construcciones se hacen a partir de tierra roja, el color que tienen las arcillas y las arenas de los alrededores.


Este es uno de los pueblos rojos de la sierra de Ayllón. Pertenece al término municipal de Riaza, a cuyo Ayuntamiento se adscriben sus 38 habitantes. Esta localidad, situada a unos 13 kilómetros de Riaza, destaca por el color de sus construcciones, las cuales están hechas siguiendo una larga tradición y utilizando los elementos que se encuentran en las tierras colindantes: tierras y piedras rojizas. La pizarra también es muy usada puesto que existe en abundancia en las inmediaciones.

Existen dos palomares que se encuentran en muy buen estado de conservación, un puente romano y un antiguo molino, que ha sido restaurado recientemente (actualmente convertido en restaurante y alojamiento rural).

En el centro de este bello pueblo se encuentra la iglesia de Santa Catalina de Alejandría, que destaca por su pórtico románico y por un artesonado mudéjar que ha sido descubierto recientemente, y que las gentes del pueblo están intentando recuperar.

Nos llama la atención el rojo de las casas. Nunca había visto algo así. Es impresionante.

Damos un paseo por el pueblo. Encontramos la calle José Zorrilla. ¡Como en Valladolid! (bueno, en realidad en Valladolid es una plaza).


En el teleclub nos hacemos una foto todos juntos. El trípode se nos ha quedado en la caravana, pero con una mesa y una piedra, improvisamos un trípode y podemos hacernos la foto.

Hacía muchos años que no veía lo del teleclub, pensé que ya no existía…

El pilón del pueblo está totalmente helado. Los niños intentan romper el hielo con piedras, pero no pueden.

Hay un riachuelo donde las hojas que están en el borde, también están heladas. Y es que hace mucho frío. Menos mal que el sol nos acompaña porque sino, no sé cómo habríamos aguantado.


Hay casas preciosas, restauradas, pero todas ellas rojas…


Una vez finalizada la visita a Villacorta, viendo la hora, se decide ir ya a La Pinilla, para que los niños (y los no tan niños) jueguen un rato en la nieve. Un pequeño grupo decide ir a visitar otro pueblo. Nosotros vamos a La Pinilla y dejamos para otra visita hacer la ruta completa de los pueblos.

Aparcar en la Pinilla no es fácil. Hace muy bueno y hay mucha gente esquiando. Pero en fin, tras dar un par de vueltas, conseguimos aparcar. Es muy poquito rato el que pasamos allí, pero los niños se lo han pasado en grande…


Regresamos al camping a comer pues a las 14:15 h llegan los lechazos. Y es que nos hemos juntado unos cuantos, hemos comprado unos lechazos (algunos los ha traído Pucela de Valladolid, y otros se han comprado aquí) y hemos encargado a la pastelería de Riaza que nos los asara.

Preparamos las mesas, ensaladas… y llegan los lechazos. ¡Qué buena pinta! Comemos en el salón social, conociéndonos un poco más, compartiendo un rato muy agradable de charla, risas, fotos…


Después de comer, algunos ¿"valientes" o locos? se ponen el bañador para hacerse fotos, para demostrar que nos ha hecho muy buen tiempo pese al temporal que anunciaban. Personalmente creo que un poco locos sí que están porque pese al sol, hace un frío que pela!

Después de comer, nosotros nos vamos a la caravana. Los peques tienen fiesta de carnaval, así que los padres les ayudan con los disfraces. ¡Están muy ilusionados! La fiesta es en el salón social, y hemos “contratado” un cuenta-cuentos que lo hace estupendamente y que tiene a los niños “embobados”. Muchas gracias al cuenta-cuentos…

Nosotros hemos aprovechado a descansar y junto a Mar, Carlos y Pedro nos hemos tomado una botella de cava. Es el estreno de nuestra caravana (casi, porque es nuestra segunda salida) y de la autocaravana de Carlos y Mar. Pasamos un rato agradable, charlando, compartiendo un buen rato, conociéndonos un poco mejor…

A las 22 h vamos al restaurante, es la cena homenaje a Jose Filgueiras, aunque nosotros no le conocimos, la webcampada es en su honor y la cena también. Cuando llegamos al restaurante, ya está todo el mundo pero no han empezado. Pensábamos que era a las 22 h y resulta que era a las 21:30 h. Nos preparan una mesa y solucionado…


La cena es un poco rara, un poco fría. Casi nadie conocía a Filgueiras y por lo tanto, se nos hace un poco extraño. Además la cena deja mucho que desear, habrá que decírselo al restaurante después…

Pero por lo demás, pasamos un rato agradable conociendo a nuevos foreros.

Después de la cena, nosotros nos retiramos. Estoy cansada y necesito tumbarme. Dejamos de nuevo los radiadores encendidos para pasar la noche.

Domingo 14 Febrero

Nos levantamos sobre las 9 h. Hoy no tenemos nada previsto por la mañana. Aunque a medida que vamos saliendo a la calle, parece que es una “jornada de puertas abiertas”. Visitamos las caravanas de otros foreros, visitan la nuestra, charlamos, compartimos cómo hacemos cada uno las cosas… Todos cogemos ideas…


Nosotros no llevamos propano. Como casi no salimos en invierno, vamos con la bombona azul de camping-gaz. Pero claro, en situaciones como ésta, el gas no funciona, es como si se quedara “congelado”. Y menos mal, que este camping nos da 10 amperios porque sino los radiadores no hubiesen funcionado.

Y hablando de ello… Rincón nos dice que el otro día compró una bombona de propano para cocinar aquí y que nos quedemos con ella cuando se termine la comida. Lo pensamos y decidimos que sí. Le pagamos una parte y… ya tenemos bombona de propano! Solo podemos darle las gracias a Rincón, es todo un detalle.

Hoy de la comida se encarga Sidra, como tantas otras veces. Esa mujer es un encanto. Nos cuida un montón! Hoy…cocido. Eso sí, de preparar las mesas y recoger nos encargaremos los demás. Además, hoy comemos pronto porque todos queremos salir entre las 4 y las 5, que hay que viajar…

Antes de comer, dejamos recogidas todas las cosas de la caravana, para luego poder salir pronto.

Y efectivamente, nosotros salimos a las 4, tal y como habíamos previsto. Guardamos la caravana y a las 19 h ya estamos en casa.

Ha sido un fin de semana con mucho frío en cuanto a la climatología, pero con mucho calor, mucho cariño, muy buen ambiente… Al volver a casa, no puedo evitar la nostalgia. La verdad es que hemos conocido a mucha gente estupenda, enseguida se les coge cariño... y cuesta separarse!
Y así, a "lo tonto"... comenzamos a planear una nueva webcampada. Tenemos ganas de volver a vernos, de seguir compartiendo, de seguir conociéndonos... Mientras tanto nos queda el foro que nos ha dado la oportunidad de conocernos.