martes, 23 de febrero de 2010

VERANO 2005: VALLE DEL LOIRA - BELGICA - HOLANDA - LUXEMBURGO

Sábado 30 Julio

Salimos de Valladolid a las 15:30 h y emprendemos nuestro primer gran viaje con la caravana. Vamos con cierto temor pero sobre todo vamos cargados de ganas por conocer sitios nuevos y mucha mucha mucha ilusión.

Pensábamos llenar el depósito antes de cruzar la frontera a Francia, pero unas obras nos despistan y nos pasamos la gasolinera.

En el primer peaje en Francia, entramos en el pasillo de camiones. Javi tuvo que bajarse e ir hasta otra cabina para que nos cobrasen y abriesen la barrera, pues no podíamos echar marcha atrás. Todo ello después de unos juramentos, claro.

Viajamos durante toda la noche, con 2 paradas: una de 1 h 30 min, y otra de 1 h para cenar y dormir.

Domingo 31 Julio

Después de 916,6 km, llegamos a Montbazon, al Camping de la Grange Rouge. Nos alojamos en la parcela 27.

El camping es de servicios sencillos pero las parcelas son amplias y el ambiente es tranquilo. Además, en el camping hablan español.

También coincidimos en el camping con varios españoles (de Sestao, que estaban de vuelta y venían de Inglaterra; y de Valencia que iban hacia París).

Tras instalarnos, nos acercamos a Tours. Damos un pequeño paseo por la ciudad. Es una ciudad tranquila y bonita.

Volvemos al camping a comer y echar la siesta. La tarde la empleamos en descansar. Se nota el cansancio del viaje.

Lunes 1 Agosto: Azay-le-Rideau – Villandry – Ussé – Langeais –Candes S.Martín- Chinon

Nos levantamos a las 7 h. A las 8 salimos hacia el Castillo de Azay-le-Rideau. Pensábamos verlo solo por fuera, pero no es posible. Así que, pagamos (7 € cada uno) y entramos. El castillo es precioso, sobre todo por fuera. Se refleja en el agua que le rodea y es una imagen muy bonita.


Después vamos al Castillo de Villandry (8 € cada uno).

El castillo de Villandry fue construido en 1536 por Jean le Breton, ministro de finanzas de Francisco I. Para ello, hizo demoler una fortaleza medieval de la que solo queda el torreón.

En 1574, el marqués de Castellane, procedente de una familia provenzal, tomó posesión del castillo y lo rehabilitó según las normas de confort del siglo XVIII.

Y en 1906, el castillo fue comprado por el doctor Joaquín Carvallo, bisabuelo del actual propietario. Creó jardines a la francesa, en armonía con la arquitectura del castillo.

El folleto recomienda visitar primero el interior del castillo y después, salir por las terrazas de la segunda planta y continuar por los jardines. Pero nosotros vamos a visitar primero los jardines. Ahora la temperatura es muy buena, no hace demasiado calor y hay poca gente.


Seguimos el recorrido que recomienda el plano. Se está a gusto por unos jardines preciosos. Están divididos en varias zonas. El Jardín Ornamental se encuentra más arriba que el huerto y constituye la prolongación de los salones del castillo. Para tener una vista del conjunto, hay que subir hasta el mirador. Y hasta allí que nos vamos. Los cuatro primeros cuadrados, justo delante de nosotros, tienen un significado simbólico. Constituyen los “jardines del amor”: “el amor tierno”, “el amor apasionado”, “el amor infiel” y “el amor trágico”. A la izquierda, en el centro “la cruz de Malta”. Detrás de ella, a la derecha, la de Languedoc, y a la izquierda la del País Vasco.


Por el otro lado del canal encontramos el segundo salón de boj, que evoca de forma simbólica la música. Los grandes triángulos representan liras, a su lado arpas y, entre las liras, candelabros para iluminar la partitura musical.


Encima del jardín ornamental se encuentra el Jardín del agua, de inspiración clásica y centrado alrededor de un gran estanque de agua en forma de espejo. La verdad es que el sitio invita a descansar y estar en silencio.

El Castillo por dentro está muy bien ambientado y decorado. Cada estancia tiene su encanto, en algunas incluso hay fotografías de la familia. Y desde cada ventana disfrutamos de nuevas perspectivas sobre los jardines.

Terminamos la visita en el torreón, que nos ofrece un bonito panorama del jardín y del valle, donde el Cher y el Loira discurren paralelamente a una distancia de 15 km. Este paisaje está catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde el 30 de noviembre del 2000.


Al salir del castillo, disfrutamos de un crépe de chocolate (exquisito) antes de regresar al camping a comer. No pensábamos volver pero la cámara nos ha dado aviso de batería y no queremos arriesgarnos así que mientras comemos, cargamos la batería.

Por la tarde, sobre las 16:30 h salimos hacia el Castillo de Ussé. No teníamos intención de entrar a verlo, solo por fuera. Pero tampoco es posible… y pagamos (9,80 € cada uno). El edificio es muy bonito y el entorno también. Se conoce como el “Castillo de la Bella Durmiente” porque cuenta la leyenda que Charles Perrault, de paso por Ussé, inspirado por el romanticismo del lugar, escribió el famoso cuento “La bella durmiente del bosque”.


Pero la visita por dentro es muy escasa. Para lo que se puede ver, el precio de la entrada es cara. Pero es la única forma de verlo y poder sacar unas fotos. Dentro del castillo no permiten hacer fotos.


Es una residencia privada habitada por el duque de Blacas. El mobiliario, las obras de arte y las colecciones que vemos, se deben a las numerosas familias que han sido poseedoras de este castillo a través de los siglos. Fue en el siglo XVII cuando el castillo adoptó el carácter que conocemos hoy: un castillo de placer con una vasta perspectiva sobre el valle de los ríos Indre y Loira, terrazas y jardines a la francesa.


Después vamos al Castillo de Langeais. Es más una fortaleza que un castillo. Es una imponente fortaleza medieval del siglo XV con sus torres, murallas, un camino de ronda y el puente levadizo, pero también dispone de una bella fachada renacentista que da al jardín. Solo lo visitamos por fuera.


Vamos después al pueblo de Candes Saint Martin. El aparcamiento está en una cuesta empedrada. Bueno, en realidad todo el pueblo es una cuesta y está empedrado.

Visitamos la Colegiata. Es “curiosa” pero no nos dice gran cosa. Igual que el pueblo. Nos deja un poco fríos.


Desde la carretera, al otro lado del puente, hay una bonita vista del pueblo y del río.


Para terminar el día, vamos a Chinon. Al llegar vimos 2 globos aerostáticos. Qué grandes!


El pueblo es bonito, medieval, antigüo. Pasear por él, da mucha paz. No subimos al Castillo (restos, solo queda 1 torre en pie). Preferimos pasear por el pueblo.


Regresamos al camping sobre las 21:20h.

Martes 2 Agosto: Chenonceaux – Parque Mini-Chateaux – Amboise – Montresor - Loches

Nos levantamos a las 7 h y a las 8:15 h salimos hacia Chenonceaux.

Construido a orillas del Cher, cuyas aguas reflejan la belleza única de su arquitectura renacentista, el castillo de Chenonceau es la estrella del Valle del Loira.

Chenonceau, conocido como “el castillo de las Damas” en la historia de Francia, le debe a las mujeres una parte importante de su encanto. Fue construido en 1513 por Catherine Briconnet, embellecido sucesivamente por Diana de Poitiers y Catalina de Médicis. La señora Dupin lo salvó de los peligros de la Revolución francesa.

La gracia delicada que desprende se puede percibir en su maravilloso emplazamiento, en sus jardines a la francesa y en el parque que lo rodea.

Chenonceau destaca por su arquitectura y su historia, pero también por la riqueza de sus colecciones como lo demuestra una visita al interior: mobiliario renacentista, importante conjunto de tapices de los siglos XVI y XVII, así como numerosos cuadros de los maestros de la pintura.

Entramos al Castillo de Chenonceau (8 € cada uno) a las 9 h (hora de apertura).

Paseamos primero por los jardines, pues toda la gente ha ido primero al interior del castillo. Primero vamos al Jardín de Diana de Potiers. Este jardín está protegido de las crecidas del río Cher por terrazas elevadas, desde las cuales tenemos preciosas vistas sobre los cuadros de flores y sobre el castillo. Podemos disfrutarlo, hacer fotos…


En el centro, el Jardín de Diana vuelve a tener la fuente original. En un estilo sorprendente para la época, el chorro de agua brota de una gran piedra tallada y cae hacia un receptáculo pentagonal de piedra blanca.

Y después por el de Catalina de Médicis, más íntimo y desde el que tenemos una vista de la fachada oeste del castillo.


La decoración floral de los jardines se renueva en primavera y en verano.

Hemos podido disfrutar de un bonito paseo matinal por los Jardines. Hacemos muchas fotos en los jardines, con el Castillo, del Castillo reflejado en el río (una estampa preciosa). . .


Después entramos al Castillo. Te dan un audio-guía en español así que la visita resulta interesante y entretenida.

Desde la sala de los guardias que, en el pasado, pertenecía a los soldados encargados de la protección real, accedemos a la capilla. Esta se salvó de la Revolución francesa porque su propietaria, la señora Dupin, la convirtió en leñero.


La siguiente estancia es la habitación de Diana de Poitiers, la amante favorita del rey Enrique II. El Gabinete verde fue el gabinete de trabajo de catalina de Médicis, que se convirtió en regente cuando su marido murió, y gobernó Francia desde esta habitación.

La galería, de 60 metros de largo, 6 metros de ancho y 18 ventanas por donde entra la luz, es una magnífica sala de baile.

Destaca la escalera, ya que es una de las primeras escaleras rectas construidas en Francia a partir del modelo italiano.

En el primer piso, la habitación de las cinco reinas, llamada así en recuerdo de las 2 hijas y las 3 nueras de Catalina de Médicis.

En el segundo piso, llama la atención la habitación Luisa de Lorena. Tras la muerte de Enrique III, Luisa de Lorena ordenó que se habilitara una habitación con decoración sepulcral. Aquí pasó sus últimos 11 años de vida, bajo la sombra macabra de la muerte, simbolizada por los atributos funerarios más lúgubres.

Desde las ventanas y terrazas de las diferentes estancias, se observan vistas preciosas tanto de los jardines como del río Cher.


Instaladas en los enormes basamentos que forman los dos primeros pilares asentados en el cauce del río Cher, se encuentran las cocinas. La despensa tenía la chimenea más grande del castillo, al lado del horno de pan. La sala de comidas estaba reservada al personal del castillo.


En el exterior del Castillo nos llama también la atención la Granja del s. XVI, un conjunto histórico y arquitectónico magnífico, y el huerto.


Al salir, hemos vuelto a disfrutar de un rico Crépe. Hemos comprado de recuerdo la moneda del Castillo.

Después vamos al Parque de los Mini-Chateaux, donde se puede disfrutar en pequeña escala de todos los castillos del Loira. Es un poco caro (12 € cada uno) pero permite ver castillos que no vas a visitar.


Fuera tienen unas mesas, asi que aprovechamos para comer aquí un bocadillo.

Después de la comida, vamos al Castillo de Amboise. Tampoco es posible verlo solo por fuera, asi que pagamos de nuevo (7,70 € cada uno). Subiendo por la rampa que utilizaban antiguamente los guardias a pie, accedemos a las terrazas del castillo. Desde aquí disfrutamos de una vista panorámica sobre el Val de Loire, los edificios de los siglos XV y XVI, los jardines y las dos torres de herradura, a las que se podía subir a caballo. Los jardines son sencillos y el interior no está amueblado. Y en la capilla de St. Hubert está la tumba con los restos de Leonardo Da Vinci.


Intentamos comprar la moneda de Leonardo pero está agotada. Javi se queda con las ganas.

Vamos después a Montresor, un pueblo muy bien conservado y bonito. No teníamos previsto entrar en el castillo, tan solo verlo por fuera, pero al entrar en el recinto nos lo ofrecieron y no supimos decir que no. Así que pagamos 7 € cada uno y entramos al castillo con una guía en papel que nos dieron en la entrada (en castellano). El castillo por dentro está precioso, todo amueblado con muebles y enseres de época. Lo vimos solos, no había nadie más. Fue un acierto entrar a verlo.


Al salir nos acercamos a la Colegiata. Muy austera pero bonita. Y antes de marchar nos tomamos una cerveza en una terraza. Se está muy a gusto. Es un pueblo muy tranquilo.


Para terminar el día vamos a Loches, una ciudad medieval muy bien conservada. Por la noche debía haber un espectáculo por el pueblo y tenían cerrados muchos accesos así que no pudimos disfrutar del pueblo.


Regresamos al camping sobre las 20:35 h.

Miércoles 3 Agosto: Chambord – Cheverny - Blois

Nos levantamos a las 7 h y a las 8 h salimos hacia el Castillo de Chambord (8,50€ cada uno). Chambord es la imagen que siempre hemos querido visitar, esa foto que tanto llama la atención. Y… ¡estamos aquí! Se abre ante nosotros. Es precioso. Está dentro de un bosque: “Dominio de Chambord”. El edificio es impresionante. El interior es un poco “laberinto”; no hay un circuito de visita obligatorio para poder verlo y a veces pasas por el mismo sitio varias veces. Pero eso también tiene su encanto.


Para comprender Chambord hay que dejarse llevar por la exaltación y la desmesura de Francisco I que, cuando cumplió veinticinco años, quiso dar al mundo el testimonio espectacular de sus dos pasiones: la caza y la arquitectura. Para comprender toda la magnitud, hay que abandonarse progresivamente al descubrimiento de un lugar único construido a comienzos del Renacimiento. En primer lugar, hay que traspasar un muro de 32 kilómetros de largo, penetrar en un bosque denso y con abundante caza, y descubrir en su centro una joya arquitectónica intacta. Después, hay que dejarse abrumar por su gigantismo, fuera de toda escala humana, y dejarse sorprender por esta alquimia de las formas y de las estructuras en donde nada se ha dejado al azar.

Chambord es mucho más que un castillo: es una arquitectura excepcional, una proeza técnica, un coloso de piedras… simplemente, el sueño del joven rey Francisco.

El desplegable que nos dan en la entrada (en español), permite que cada uno descubra lo esencial de lo que verá durante la vista. Nosotros seguimos espontáneamente nuestros deseos de visita y disfrutamos de la libertad que nos ofrece. Al principio sorprendente y desconcertante, esta manera fuera de lo común de visitar un castillo nos da una visión diferente del lugar, y nos aporta sin ninguna duda una satisfacción particular: la de comprender el interior de este coloso de piedra.

Tomamos la escalera de doble revolución en la que dos personas pueden descender y subir sin cruzarse nunca.


Nos lleva a los aposentos reales de Francisco I y de Luis XIV. Una planta más arriba entramos en el universo de las cacerías reales.


Seguimos subiendo hasta las terrazas. Nos encontramos en un extraño mundo en el que tejados y chimeneas componen un pueblo mágico, como suspendido en el aire. Nuestra mirada se sumerje hacia el gran canal y… más allá, hacia la reserva de fauna salvaje. Desde las terrazas hay unas vistas preciosas y apetece hacer fotos continuamente. Cualquier rincón pide una foto, cualquier paisaje de fondo, cualquier torre…


Compramos la moneda del Castillo de recuerdo.

Vamos después al Castillo de Cheverny (6,30 € cada uno). El castillo, abierto a las visitas desde 1922, fue el modelo que utilizo Hergé para dibujar Moulinsar (el castillo que aparece en los tebeos de Tintín). El edificio es menos castillo y más estilo palacio. Es el castillo del Valle del Loira mejor amueblado...


Podemos ver cuadros de Maestros, tapices de los Talleres de Paris, tapices de Flandes del siglo XVII, un extraordinario regulador Luis XV, una cómoda única Luis XIV, el lecho mortuorio de la cámara de Rey y mil joyas mas... El interior está muy bien decorado, muy real.

Fuera tienen muchos perros. Las perreras guarecen una famosa jauría de 70 perros. Llama la atención cuando les van a dar de comer. Pero aunque están encerrados, a mi me da un poco de miedo.


Comemos un bocadillo en Cheverny y después vamos a Blois. El Castillo lo vemos por fuera y un poco el patio interior, pero no entramos. Damos un paseo en calesa (5 € cada uno) que nos permite disfrutar de la ciudad.


Y para terminar el día vamos al Castillo de Chaumont, aunque solo vemos el exterior. Cuando llegamos ya estaba cerrado y además estaba en obras (tiene andamios en el exterior).

Regresamos al camping a las 19:30 h y aprovechamos a descansar.

Jueves 4 Agosto

Hoy dedicamos el día a descansar. Nos levantamos a las 9 h y después de desayunar y arreglarnos, vamos al Intermarché a comprar. Al volver al camping, pagamos (56 €).

Durante la tarde, echamos la siesta, procesamos fotos y recogemos para después de cenar, emprender camino hacia Bélgica.

Viernes 5 Agosto: Montbazon - Gante

Viajamos durante toda la noche. El viaje es tranquilo hasta que en París nos desvían a causa de obras en el acceso a la autopista que nos llevaría a Bélgica. A causa de este desvío pasamos unas 3 horas en un atasco y perdidos en París. Al principio hay señales hacia Bélgica pero cuando finaliza el atasco, las señales desaparecen y no sabemos por dónde ir. Al final decidimos seguir a 2 camiones y así encontramos el acceso a Bélgica. El viaje ha sido tenso…

Al llegar a Gante, también nos hemos perdido para encontrar el camping. Preguntamos a unos obreros y conseguimos llegar al Camping Blaarmeersen… 12 horas después de iniciar el viaje.

Después de instalarnos en la parcela 78, nos acercamos a Gante. Vamos en autobús, que sale casi de la puerta del camping.

Gante es la ciudad flamenca con mayor número de edificios históricos. Las tres torres son el símbolo más representativo de la ciudad. Corresponden al campanario de la catedral de San Bavón, a la Atalaya o Belfort y a la torre de la iglesia de san Nicolás.


El agua es otro símbolo de la ciudad. Gante es punto de encuentro de los dos ríos que la bañan: el Lys y el Escalda. Dos de los rincones más bonitos de la ciudad son el graslei o muelle de las hierbas y el korenlei o muelle de los graneros. Sus edificios reflejados en el agua quedan grabados en nuestra retina


La ciudad es bonita. Tiene un casco antiguo muy bien conservado. Tiene canales y es agradable pasear por ellos. Pese a que está lloviendo (un constante sirimiri) disfrutamos mucho del paseo.


Volvemos al camping a comer. Después echamos la siesta y descansamos.

Sábado 6 Agosto: Bruselas

Nos levantamos sobre las 8 h y a las 9:30 h salimos hacia Bruselas. Nos cuesta un poco encontrar la carretera al salir del camping pero finalmente, a las 10:40 h dejamos el coche en un parking de Bruselas.

La ciudad nos gusta mucho. Hay mucha gente en la zona centro pero se puede visitar bien. Dado el lugar donde hemos dejado el coche, nuestra visita comienza en la Place du Grand Sablon, una plaza de forma triangular que se extiende desde la fuente hasta la iglesia gótica de Notre-Dame du Sablon. Alrededor de la plaza hay elegantes casas, algunas con interesantes fachadas. Se trata de una zona elegante y animada de Bruselas. Wittamer, en el número 12, es una famosa pastelería y chocolatería.

La iglesia de Notre Dame du Sablon es, junto con la catedral, uno de los más bellos ejemplos que quedan en Bélgica del gótico de Brabante. Junto a la iglesia está la Place du Petit Sablon con unos bellos jardines ornamentales.


Vamos descendiendo hacia el centro de la ciudad. Y así llegamos a la Grand Place. Es impresionante. No nos cansamos de hacer fotos. Es el corazón geográfico, histórico y comercial de la ciudad, el primer lugar al que acuden todos los visitantes. Esta animada plaza adoquinada continúa siendo el centro cívico. Además posee el conjunto arquitectónico del siglo XVII más bello de Bélgica. El ayuntamiento, la Maison du Roi, la Maison des Duch de Brabant…


Todo invita a hacer fotos. Cada detalle nos llama la atención, nos enamora.

Vemos también el famoso Manneken Pis. ¡Qué pequeño es! Es una estatuilla de un niño desnudo de 30 cm de altura orinando en una pequeña pila. Pero es obligado hacerse una foto en él.


También recorremos las Galeries St-Hubert, llenas de tiendas elegantes. Fue la primera galería comercial de Europa. Sus tres zonas están cubiertas por una bóveda de vidrio: Galerie du Roi, Galerie de la reine y Galerie des Princes.

La Rue des Bouchers es una calle peatonal que se conoce como “el estómago de Bruselas”, por sus muchos cafés y restaurantes. Llama la atención los escaparates de los restaurantes de pescado. Son calles estrechas pero donde todos los bares tiene puesta su terraza. Es difícil pasear por allí.

Nos tomamos una cerveza belga en La Chalope d’Or, en plena plaza. No nos atrevemos a quedarnos en la terraza pues el cielo amenaza lluvia. Pero dentro es un sitio muy agradable y encantador. Desde la ventana además podemos seguir disfrutando de la Grand Place. No sabemos muy bien qué cerveza estamos pidiendo pero se trata de probar ¿no? Yo tomo una rubia que está muy rica. Y Javi una cereza que no le convence demasiado. Dice que está muy dulzona.

Comemos un bocata y continuamos viendo la ciudad después de comprar los exquisitos bombones belgas para llevar para nosotros, para la familia y para los amigos. Vamos cargados de bombones!. También probamos las fresas con chocolate (negro y blanco) que están exquisitas. Como no se pueden llevar a casa, nos las comemos en este marco incomparable que es la Grand Place.


La Catedral St-Michel et Ste-Gudule está algo alejada del centro. Es muy bonita.


Las vidrieras del juicio final y el púlpito barroco, merecen una mención especial.


Al finalizar la visita compramos varias cervezas belgas. Regresamos al coche muy cargados con los bombones y las cervezas.

Visitamos después Leuven (Lovaina), un pueblo pequeño pero con una plaza muy bonita con un ayuntamiento precioso. Este singular edificio de gran altura es famoso por su magnífica fachada, decorada con tallas.


La Oude Mark es una bonita plaza adoquinada, que cuenta con un delicioso conjunto de edificios de ladrillo adornado con gabletes. Estos edificios albergan en la planta baja la mayor concentración de bares y cafés de la ciudad, lugar de reunión de los estudiantes universitarios de la ciudad. Es una ciudad universitaria (ahora hay poco ambiente por ser verano) muy vinculada a la cerveza.


Regresamos al camping sobre las 21:00 h. Pensamos ir a Gante para hacer fotos de noche pero se pone a llover y nos quedamos en la caravana. Nos tomamos un postre que hemos comprado en Bruselas, en una de sus chocolaterías, y ¡que está de muerte!


Domingo 7 Agosto: Brujas - Amberes

Nos levantamos sobre las 8 h y a las 9:30 h salimos hacia Brujas. Salimos del camping con el cielo azul y un sol radiante, pero según nos acercamos a Brujas van apareciendo nubes muy negras y un viento frío.

Brujas es una ciudad medieval muy bien conservada, con calles sinuosas, canales pintorescos y bellos edificios. El centro de Brujas está increíblemente bien preservado. Todos los lugares de interés se hallan en un círculo de bulevares que marcan la línea de las antiguas murallas medievales. Las excursiones en barco por la red de canales de la ciudad son una encantadora manera de conocer Brujas. Hay cinco sitios diferentes donde se puede embarcar para una excursión en los canales de Brujas. La excursión tarda media hora y muestra los sitios más bonitos desde un ángulo totalmente diferente.

Brujas es… precioso! Toda la ciudad tiene aspecto antiguo y medieval: los edificios, los canales, las calles, las calesas… J


El Markt es la plaza más importante de Brujas. Es un impresionante espacio abierto rodeado de edificios del siglo XVII y presidido por el Belfort desde uno de los laterales. Los tres lados restantes se suelen llenar de animadas terrazas de bares y cafés.

La torre octogonal del Belfort se levanta 83 metros sobre la plaza. Es el edificio más característico de Brujas, pues aquí se conservaba la carta constitucional. En el interior una escalera de caracol conduce a la sala donde se conservaban los derechos y privilegios de la ciudad. Se puede seguir subiendo hasta el tejado para disfrutar de unas magníficas vistas. Cuesta 5€ y está abierto de 9.30 a 17 h.

Javi sube al Belfort. Yo prefiero quedarme disfrutando de la plaza. Subir para pasar un mal rato… no me merece la pena. Luego veré las fotos que haga Javi desde arriba.


Cuando Javi baja del Belfot nos tomamos un aperitivo. Algo muy típico en Bélgica. Javi una salchicha y yo unas patatas fritas. Lo venden en puestos ambulantes.

Vamos después a los canales. Es precioso pasear entre ellos. Las callecitas estrechas y adoquinadas y los pintorescos canales resulta una de las zonas más deliciosas de Brujas.



Las calles presentan encantadoras casas medievales y mansiones grandes y elegantes del siglo XVIII. Cada rincón tiene su encanto. Hacemos muchas fotos y es que no nos cansamos de pasear y disfrutar de esta ciudad.

Antes de comer, cae una tromba de agua muy fuerte. Comemos en una pizzería y como ha dejado de llover, nos acercamos de nuevo a disfrutar de la plaza. Compramos unas cervezas y unos bombones.

Cuando montamos en el coche para ir a Amberes, comienza de nuevo a llover muy fuerte. El viaje es un poco tenso por la fuerte lluvia. Llegamos por fin a Amberes.

Amberes es el corazón del mercado internacional de diamantes, que se controla desde los insignificantes edificios que componen las calles cercanas a la estación central. En la actualidad, las industrias de la ciudad se ubican lejos del centro medieval, cuyas callejuelas y bellos edificios se agolpan alrededor del Grote Markt y de la Catedral.

La Grote Markt, la plaza mayor, está presidida por el Stadhuis. En el centro de la plaza se halla la fuente de Brabo, uno de los símbolos de Amberes. Hay mucho jaleo. Tienen un mercado medieval y todo el centro está lleno de gente. Comienza a llover de nuevo. Hacemos alguna foto y volvemos al camping.


Comenzamos a recoger todo…

Los días que hemos estado en el camping de Gante, hemos notado que algún animal andaba en la bolsa de la basura e incluso la vimos rasgada. Pensamos que era un gato pero esta noche le pillamos in fraganti… y era… un erizo! Nunca había visto uno tan cerca.

Lunes 8 Agosto: Gante - Amsterdam

Nos levantamos a las 7 h. Desayunamos, terminamos de recoger, pagamos y salimos del camping a las 8:50 h dirección a Ámsterdam.

El viaje es tranquilo, con mucho tráfico pero tranquilo. El acceso al Gaasper Camping es bueno. Nos dan la parcela 185, muy amplia y verde y cerca de los servicios. Se llega a la calle con el coche pero después se desengancha y la caravana se mete en la parcela a mano y en una posición determinada (con la lanza a la calle). Una persona del camping te ayuda. Todas las caravanas y autocaravanas están colocadas igual.

Después de instalarnos, comemos.

Por la tarde vamos a visitar Ámsterdam. Vamos en metro. Tenemos una parada cerca del camping y nos lleva hasta el centro de Ámsterdam. Vamos viendo los barrios de Ámsterdam. Se ve mucha diversidad y la gente que monta en el metro también es muy diversa. Vamos con cierto temor.

La mágica ciudad de Amsterdam combina sus extensos canales y numerosos puentes con la original arquitectura de los siglos XVI y XVII concentrados en una pequeña superficie
Ámsterdam no nos da buena impresión. Hay mucha gente, y no sólo turistas. El ambiente es “raro”. Además llueve. No me siento cómoda.

Disfrutamos de un largo paseo navegando por los mágicos canales y descubrimos los secretos de la ciudad que hizo del agua un recurso valioso. El paseo es muy agradable y nos permite disfrutar de algo tan típico, bonito y original como los canales de Amsterdam.


Regresamos pronto al camping para no volver de noche. No vemos el tan típico Barrio Rojo. Nos da miedo quedarnos por la noche.

Martes 9 Agosto: Madurodam - Kinderdijk

Nos levantamos sobre las 7:15 h. Sobre las 8:30 h salimos en dirección a Madurodam, donde entramos alrededor de las 9:50 h. Es un parque con representaciones en miniatura de edificios de relevancia histórica de Holanda, todos ellos a escala 1:25. ¡Es una gozada!


Madurodam es la ciudad más pequeña de Holanda desde hace más de 57 años. Canales, acogedoras fachadas y otros paisajes típicos de Holanda forman una fiesta de gran reconocimiento. Copiado a escala 1:25 hasta en el más mínimo detalle.


Al principio había poca gente así que hemos podido disfrutarlo y hacer fotos. A medida que iba avanzando la mañana se ha ido llenando de gente y hacer fotos a las miniaturas sin gente era más complicado.

Vemos el aeropuerto, con sus aviones y su zona de carga. También el puerto de Rótterdam con sus puentes y sus barcos. Un estadio de fútbol. Un camping. Un zoo y un parque acuático. Y muchos edificios y poblaciones de Holanda, algunas de las cuales visitaremos en los próximos días.


Hay una zona de pic-nic donde decidimos comer. Javi va a por 2 cervezas y unas patatas mientras yo me quedo guardando sitio en la mesa. No me he dado cuenta de que él no se maneja en inglés. Teníamos que haberlo hecho al revés pero ahora ya no podía ir a buscarle. Tarda un poco y me preocupa. Al fin aparece. Parece que no se había entendido muy bien con la chica del bar.

Comemos tranquilamente y vemos nuevamente algunas de las miniaturas. En una de ellas, una fábrica de zuecos, echas 1 € y ves cómo un camión se acerca a la fábrica, se cargan unos zuecos y el camión viene hasta ti y se para que cojas tus zuecos de recuerdo de Madurodam. Parece que es para niños porque solo hay niños cogiendo los zuecos pero a mi me hace ilusión y echo la moneda. Después de mi algún adulto también lo hace!


Salimos de Madurodam y nos acercamos a Kinderdijk. Kinderdijk está ubicada a unos 96 kilómetros al sur de Amsterdam, cerca de la ciudad de Rotterdam. Aquí podemos contemplar diecinueve obras maestras, todas del año 1740. Kinderdijk es uno de los lugares más conocidos de Holanda y probablemente el ejemplo más conocido del paisaje típico holandés. Los holandeses contribuyeron enormemente la tecnología del manejo de las aguas, y esto puede comprobarse admirablemente en las instalaciones de Kinderdijk. Obras hidráulicas para drenar la tierra para la agricultura y asentamiento comenzaron en la Edad Media y han continuado ininterrumpidamente hasta el día de hoy. La zona contiene todos los elementos relevantes de esta tecnología: diques, reservas, estaciones de bombeo, edificios administrativos y una serie de bien conservados e impecables molinos de viento. Incluso habiendo tomado las tareas de los molinos las estaciones de bombeo eléctricas y de vapor desde el año 1868, los molinos siguen girando. Podrían hacer su trabajo en caso de una crisis de energía. Hay imágenes de este paisaje con molinos de viento en cada álbum de postales o fotos de Holanda. En el año 1997 los molinos de Kinderdijk fueron añadidos a la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.


En Kinderdijk, diecinueve molinos se encuentran alineados en dos filas opuestas. Los molinos de ladrillo redondos por una parte drenan el Nederwaard. Por la otra parte, los molinos octogonales mantienen el Overwaard para que no se inunde. Durante la temporada alta, desde el 1 de abril al 1 de octubre, el molino 2 que da al Nederwaard está abierto al público. El molino le da una buena impresión de cómo vivían los molineros y sus familias.


Es gratuito. Y es un paseo precioso. Hacemos muchas fotos. En invierno el río está helado y la gente patina por él. Tiene que ser una estampa preciosa.

Regresamos al camping sobre las 19 h.

Miércoles 10 Agosto: Marken – Monnickendam – Volendam – Zaanse Schans

Nos levantamos a las 7:15 h. Sobre las 8:30 h salimos en dirección a Marken. Marken fue una comunidad pesquera prácticamente inmune al paso del tiempo. La construcción de un puente elevado para comunicarla con tierra firme puso fin a su aislamiento. La isla conserva, no obstante, su ambiente original, con casas de madera erigidas sobre montículos de tierra y pilotes que las protegen de las inundaciones. Es un pueblo precioso. La carretera hasta el pueblo nos muestra un paisaje impresionante. Pasamos a nivel del mar, parece que nos adentramos en él.


El coche hay que dejarlo en un aparcamiento, no entran coches en el pueblo. Al ser pronto, aún no hay turistas y podemos pasear y hacer fotos con mucha tranquilidad. Estamos a la orilla del mar y hace mucho viento. Parece un pueblo de cuento. Casas individuales, pintadas de verde… Vemos a una señora mayor con el traje típico.


En una tienda de recuerdos compramos adornos de cerámica para el árbol de Navidad. Unas bolas con dibujos típicos de Holanda, un molino, un zueco… Qué bonitos van a quedar en nuestro árbol!

Después vamos a Monnickendam, también un pueblo tranquilo que conserva numerosos edificios de los siglos XVII y XVIII, incluidos el Stadhuis (Ayuntamiento) y el Waag (Almotacén). La torre del reloj del Stadhuis está dotada de un ornamentado carrillón del siglo XV. Cada hora una procesión de jinetes mecánicos recorre el exterior de la torre. No hay mucha gente.


Al salir en dirección a Volendam, nos paran para levantar un puente (en vertical) y que salgan 2 barcos. ¡Qué original! Nos bajamos del coche para hacer fotos del puente levantado.


Y llegamos a Volendam, también un pueblo típico pero en este caso, demasiado turístico. Es un antiguo pueblo de pescadores. Está construido a lo largo de un dique, y en su pequeño puerto puede comprarse todavía toda clase de pescado. Toda la zona del puerto está llena de restaurantes y tiendas de recuerdos. En una especie de pescadería Javi compra un pincho de pescado. Es algo típico y se ve a mucha gente sentada en los bancos comiendo. Yo no me decido.


Compramos a Teresa unas zapatillas para estar en casa que son unos zuecos. Esperamos que le gusten. Son rojas, su color favorito… A nosotros nos hace mucha ilusión comprárselas.

Vamos después a Edam que es famoso por los quesos redondos cubiertos de cera roja que exporta (el queso de bola que llamamos por aquí). Por la mañana ha habido un mercado de quesos (kaasmarkt) de 10 a 12.30 h, donde se puede observar la venta. No hemos llegado a verlo. Nos hemos “entretenido” mucho en Marken, pero es que nos ha gustado tanto! Pero compramos quesos.


Comemos en un banco al lado de un canal. Se está muy a gusto.


Y después vamos a Zaanse Schans. Es el corazón turístico de la región de Zaan. El Zaanse Schans es una de las principales atracciones turísticas de Holanda. Es un barrio residencial y lugar de trabajo único que cuenta con museos, molinos, tiendas, oficios de antaño, restaurantes, una oficina de información y un servicio de excursiones en barco. Este parque es una reproducción fiel de la vida en la comarca del Zaan durante los siglos XVII y XVIII. Paseando entre las tradicionales casas de madera, los almacenes y los molinos de viento del Zaanse Schans, se tiene la sensación de retroceder a una época lejana.


En el pasado, existieron más de mil molinos a las orillas del río Zaan, seis de los cuales se pueden admirar, actualmente, en el Zaanse Schans: dos molinos de aceite, uno de mostaza, uno mineral y dos de aserrar. Una visita a un molino industrial en funcionamiento supone una experiencia única.


Cuando sopla el viento, se pueden ver funcionando los molinos, donde se elaboran productos (aceite, pintura, mostaza) que se ofrecen a la venta. Las casas son todas de madera. Es como un museo de molinos. Es de pago. También hay una fábrica de quesos. Damos un paseo muy agradable viendo los molinos y entre las casas.


A las 19 h volvemos al camping.

Jueves 11 Agosto: Gouda - Niewpoort

Nos levantamos a las 7:30 h. Después de desayunar y arreglarnos, salimos a las 8:30 h dirección a Gouda, que sigue siendo famosa en la actualidad por su queso y sus mercados de queso, que se celebran en la enorme plaza del stadthuis y que es uno de los más antiguos de Holanda.

Un ayuntamiento de cuentos de hadas, canales con geranios, el aroma a barquillos rellenos de melaza, muchas bicicletas, divertidas terrazas, molinos cerca del agua, tiendas llenas de sorpresas, y viejas fachadas. Gouda ofrece una gran colección de estatuas e impresiones y es realmente 'Una ciudad Holandesa' rica en historia y un ambiente chispeante.


Vemos el kaasmarkt (mercado de quesos). Es algo muy curioso. Nos gusta mucho y nos resulta muy interesante. Nos hacemos fotos con los “paisanos” del mercado y compramos ¡un queso en Gouda!


Nos dirigimos después a Niewpoort, una ciudad amurallada. Las carreteras para llegar son estrechas… De pronto… se acaba la carretera. Hay que coger un trasbordador para pasar el río y poder continuar. Nos resulta curioso.


La verdad es que Niewpoort no nos convence del todo. Las fotos que habíamos visto nos animó a venir pero eran fotos aéreas donde se apreciaba la estructura amurallada. Pero claro, aquí no se aprecia.


Y regresamos al camping sobre las 14.30 h, a comer. La tarde la empleamos en descansar, pasear, organizar fotos.

Viernes 12 Agosto: Alkmaar - Hoorn

Nos despertamos a las 4 h de la mañana a causa de la tormenta. ¡Vaya forma de caer agua! Comprobamos que el toldo esté bien y seguimos durmiendo hasta las 7.30 h. Cuando nos levantamos parece que ya no llueve, aunque el cielo está plomizo.
Mientras desayunamos, tenemos una "visita" en la parcela. ¡Qué simpáticos!


A las 8:50 h salimos dirección a Alkmaar, donde llegamos aproximadamente sobre las 9:50 h. Quien piensa en Alkmaar, lógicamente piensa en queso. Uno no puede eludirlo: Alkmaar, sobre todo, es una ciudad de queso. Desde el primer viernes de abril hasta el último viernes de septiembre, todos los viernes por la mañana de 10.00 h. a 12.30 h. se celebra el tradicional mercado de queso. Estos quesos se venden mediante el sistema de regateo. Después el gremio de los 'transportadores de queso', que tiene 400 años, se pone en acción, transportando los quesos en unos berries al peso público donde se pesa el lote. Durante las vacaciones de verano se celebran mercados de queso especiales para niños. Se llevan a los niños al mercado para inspeccionar el queso de cerca y experimentar cómo funciona el mercado.


Mozos tocados con coloridos gorros portan los quesos hasta el waaggebouw (almotacén público) para pesarlos. Y el kaasmarkt está atestado de gente! No hay forma de ver nada. Hacemos fotos sin mirar, levantando la cámara… Finalmente, conseguimos llegar a la primera fila y ver el mercado. ¡Precioso!


Coincidimos con las delegaciones de ciclismo de discapacitados. Se celebran aquí los campeonatos del mundo.

'Tan bonita no me la había imaginado', es un comentario que se escucha a menudo de personas que visitan por primera vez Alkmaar. Su centro histórico con su peso público, el Ayuntamiento que data del siglo XVI, la iglesia Grote St. Laurenskerk y sus múltiples beaterios, fachadas y canales dan a la ciudad un carisma especial pero típico holandés.

Vamos después a Hoorn. Llegamos al parking pero el parquímetro no nos admite las monedas. Ya no sabemos qué hacer… Gracias a Dios, una chica holandesa que tiene una tarjeta especial para el parking, se dirige a nosotros al vernos agobiados. Le explicamos lo que nos ocurre y se ofrece a pagar con su tarjeta. Nosotros le damos el dinero. Ha sido muy amable.

Todo el centro de Hoorn está con ferias y no podemos ver gran cosa. Después del lío del parking…


El cielo está cada vez más oscuro y decidimos volver al camping. De camino, comienza a llover con fuerza. Son 33 km de tráfico complicado. Pero conseguimos llegar bien. Comemos y después de una pequeña siesta, comenzamos a recoger poco a poco.

Sábado 13 Agosto: Ámsterdam – Luxemburgo

Nos levantamos a las 7:15 h. Recogemos el toldo y las últimas cosas. Finalmente, salimos del camping a las 8:50 h.

En principio nuestro recorrido es vía Amberes y Bruselas. Sin embargo, al poco de iniciar el camino, decidimos ir por Eindhoven y Lieja. Tras varios tramos de autopista con un solo carril por obras, y alguna que otra rampa, llegamos al camping Kockelscheuer a 4 km de Luxemburgo. El camping es sencillo, un camping de paso, pero está bien. Las parcelas son amplias. Además tenemos la fuente al lado.

Después de comer, nos acercamos a Luxemburgo. Es una capital pequeña pero muy tranquila. Se nota que hay un buen nivel de vida.

Luxemburgo tiene un delicioso casco viejo con la fortaleza, torreones y estrechas calles empinadas. Es Patrimonio Mundial de la Humanidad. Se pueden hacer muchos paseos recorriendo los restos medievales y lugares históricos de la ciudad. La mayoría de los sitios históricos de la ciudad se visitan fácilmente a pie.

La principal plaza de la ciudad, la Place d’Armes, tiene numerosos cafés y restaurantes al aire libre, aunque después de su remodelación perdió algo de su encanto francés.

El Palais Grand-Ducal, de estilo renacentista, que es la residencia del Gran Duque, es una atracción turística por el cambio de guardia, aunque nosotros no lo vemos.


La Catedral Notre Dame está cerrada y vemos solamente la fachada.

Nos sentamos en la Plaza Clairefontaine a tomar una cerveza en una terraza. Estamos tan tranquilos… La camarera habla un poquito de español y me entiendo con ella para cambiarle alguna moneda y conseguir alguna moneda de Luxemburgo, que no hay manera de conseguir en España…

Las vistas del Puente de Adolphe son espectaculares...


La verdad es que la tarde que hemos pasado en Luxemburgo ha ido muy agradable.

De regreso al camping echamos gasoil. Hay que aprovechar a llenar el depósito, que está mucho más barato. Hablo con la chica de la gasolinera y consigo el resto de las monedas de Luxemburgo que faltaban.

Regresamos al camping sobre las 20 h, pues el cansancio se empieza a notar. Cenamos y nos acostamos pronto.

Domingo 14 Agosto: Luxemburgo

Hoy no madrugamos. Esta noche ha empezado a llover a las 4 h. La parcela no absorbe el agua y cuando nos levantamos a las 9 h está bastante inundada.

Los vecinos, que están en tienda, y varios acampados en caravanas y autocaravanas, deciden irse. La verdad es que llueve mucho.

Nosotros mantenemos el plan y nos acercamos a la capital. Llueve a ratos, pero no hay gente y podemos disfrutar.

Javi va a ver las Casamates. Yo no. Son 466 escaleras y no está recomendado a personas con clustrofobia. Estoy segura de que lo pasaría mal. Prefiero quedarme en la plaza, viendo el puente de Adolphe, me acerco también a la plaza… Se está a gusto. Luego veré las fotos de las Casamates…


Volvemos al camping a las 14 h para comer. A media tarde parece que deja de llover…

Trabajamos en las fotos, recogemos el toldo y el resto de cosas… y dejamos todo preparado para marchar al día siguiente. Eso sí, después de cenar, de postre, nos tomamos una botella pequeña de “champán” de Luxemburgo. Está rico, más suave que el cava y el champagne.

Lunes 15 Agosto: Luxemburgo – Epernay

Llueve durante toda la noche. Menos mal que recogimos el toldo ayer! Nos levantamos a las 7 h y salimos del camping a las 8:15 h después de pagar. La rampa de salida, que tanto miedo nos daba, ¡sin problemas! ¡El coche va disparado!

El viaje es tranquilo y llegamos a Epernay sobre las 11.30 h. No vemos indicación al camping, así que paramos en la calle principal, delante de información y turismo. Nos dan un plano y nos marcan el camino al camping. Llegamos al camping municipal de Epernay. Nos asignan la parcela D1. El camping es sencillo pero las parcelas son amplias, verdes y separadas por setos altos.

El único motivo válido para ir a Epernay es visitar las bodegas. Esta localidad domina la industria de esta bebida. Moët & Chandon, que data de 1743, es la más grande y elegante, la estrella del grupo Moët-Hennesy.

Una vez colocada la caravana, nos acercamos a las cavas Moet & Chandon, y Mercier. Las dos tienen visitas a partir de las 14 h. En Mercier nos dicen que a las 15 h sería posible una visita en castellano así que nos decidimos por esta. Sacamos las entradas (6,5 € cada uno) y volvemos al camping para comer.

A las 15 h estamos en la bodega. Sólo estamos nosotros para la visita en castellano, así que es un guía personal. ¡Vaya lujo!

Las bodegas están a 30 metros de profundidad, a 10º de temperatura y 90 % de humedad.

La visita comienza con un audiovisual (en francés e inglés) y después bajamos en un ascensor panorámico hasta la bodega. Vemos la bodega montados en un tren. El guía nos va explicando la historia de Mercier, la fabricación del champagne…


Después subimos para catar el champagne. ¡Riquísimo!

Compramos una caja de champagne para nosotros y algo para regalar. Al salir vemos el gigantesco tonel creado para la exposición de París de 1889.


Pasamos también por la tienda de Moët & Chandon (mucho más caro) y compramos una botella pequeña… Unos italianos compran, compran y compran champagne en Moët & Chandon. Cajas, botellas… sin miramiento de precio! ¡Y nosotros con nuestra pequeña botella!
Hacemos una foto a un Dom Perignon, como recuerdo nada más...


Pasamos la tarde en el camping. Es tranquilo y se está a gusto.

Martes 16 Agosto: Epernay – Suevres

Por fin hoy, al levantarnos vemos el sol y no hace frío. Son las 7:45 h. Terminamos de recoger y nos acercamos a turismo a comprar una pegatina (abren a las 9.30 h). Regresamos al camping, pagamos y nos vamos hacia el Loira.

El viaje es tranquilo, casi todo por autopista excepto un tramo por la N60. Paramos en un área de servicio a comer.

Llegamos a Suevres, al camping Chateau de la Grenouillere a las 16:45 h. Aunque hay mucha gente en el camping, hay sitio y nos dan la parcela 60. La parcela es amplia, al lado del agua y de la toma de la luz.

Después de montar el toldo y preparar todo, vamos a conocer el camping y a hacer unas pequeñas compras.

Sobre las 19 h, Javi se va a probar la piscina. Hoy es el primer día que nos hemos podido poner el bañador…

Después de cenar en el avance (que también ha sido el primer día), a las 22:30 h en el camping hay… ¡fuegos artificiales! Son sencillos pero ¿qué queremos? ¡Es un camping! Son mejores de los que hay en muchos pueblos…

Miércoles 17 Agosto

Hoy no tenemos prisa por levantarnos. Nos despertamos a las 8:15 h pues notamos el sol. ¡Qué gusto sentir el sol de la mañana! Podemos desayunar fuera. ¡Hace estupendo!

Por la mañana vamos al super U a hacer una pequeña compra y, de regreso al camping, vamos a la piscina a darnos un baño y tomar el sol.

La tarde la pasamos en el camping, tranquilos, paseando, haciendo fotos, recogiendo ropa…


A las 20.30 h hay un espectáculo de circo en el camping. Nos acercamos a verlo durante un rato. Después volvemos a la parcela para cenar.

Ha sido un día de descanso, que era lo que queríamos.

Jueves 18 Agosto

Nos levantamos sobre las 8.30 h, sin prisa. Después de desayunar y arreglarnos, nos vamos al Castillo de Chambord. Es la segunda visita, pero hoy no entramos al castillo. Nos quedamos paseando por los alrededores, por el dominio. Hace sol y el paseo es tranquilo. Hacemos más fotos…


Después nos acercamos a Beaugency, un pueblo tranquilo incluido entre los pueblos más bellos de Francia.


De regreso al camping, paramos en un supermercado para hacer las últimas compras para llevar a casa (quesos y patés).

Comemos, echamos la siesta, recogemos la ropa en las bolsas de viaje, las cosas en los arcones (“bodegas de carga”)… Da pena marchar. El camping está muy bien, muy familiar. El tiempo nos acompaña… pero tenemos un largo viaje por delante.

Viernes 19 Agosto

Nos levantamos sobre las 7 h y a las 8:30 h, después de pagar, emprendemos viaje. El viaje es tranquilo, todo por autopista salvo el último tramo para llegar a Cognac, donde llegamos a las 12 h. Aparcamos delante de la bodega de Hennessy. No vamos a visitar la bodega pues ya lo hicimos hace unos años, cuando volvíamos de Bretaña con la tienda. Entramos solamente a comprar unas botellas de cognac.


También nos acercamos a la bodega de Otard y compramos una botella pequeña, para probarlo.

Comemos en la caravana y echamos una pequeña cabezada. Continuamos viaje y a las 21 h paramos en un área de servicio a cenar y dormir un poco…

Sábado 20 Agosto

Nos despertamos a las 4 de la mañana y nos ponemos en marcha de nuevo. Hacemos una breve parada en Vitoria en un área de servicio que está atestada de camiones.

Continuamos viaje y llegamos a casa sobre las 12 h.

Ha sido un viaje maravilloso, algo que nunca olvidaremos. Nuestro primer viaje con caravana a Europa. Hemos confirmado las posibilidades que nos da nuestra casita con ruedas, la libertad que disfrutamos…

No tengo datos totales del viaje, sólo de los campings visitados. Recoger el resto de los datos comencé a hacerlo en viajes posteriores…

Camping visitados

Cámping de la Grange Rouge: 56 € (4 noches): http://www.camping-montbazon.com/

Cámping Blaarmeersen : 47,25 € (3 noches): www.gent.be/blaarmeersen

Cámping Gaasper : 115 € (5 noches): http://www.gaaspercamping.nl/

Cámping Kockelscheuer : 28,40 € (2 noches): http://www.camp-kockelscheuer.lu/

Cámping Municipal Epernay : 15 € (1 noche): www.ot-epernay.fr/spip.php?article536

Cámping Chateau de la Grenouillere : 99 € (3 noches): http://www.camping-loire.com/