Viernes 30 Junio: Valladolid - Palencia - Portugalete (318 km)
Salimos de Valladolid a las 16:15 h sin caravana y llegamos al taller a Palencia sobre las 17:00 h donde dejamos la caravana para realizar unos arreglos. Les falta de comprobar el fallo del intermitente. Comprueban que el fallo no es de la caravana sino de la conexión del coche. Se ponen a repararlo y salimos de Palencia a las 19 h, una hora más tarde de nuestra peor previsión.
Sin realizar ninguna parada, llegamos a Portu a las 22:30 h para recoger a aita y ama. Tras estirar un poco las piernas y colocar su equipaje, salimos a las 23:00 h dirección a Francia.
Paramos a cenar antes de llegar a Irún. Pero la gasolinera no nos convence demasiado, no estamos tranquilos y continuamos viaje.
Pasamos la frontera sin problemas. El viaje es tranquilo. Y sobre las 2:00 h paramos nuevamente. Es el área de servicio que conocemos del año pasado y aquí sí que dormimos unas 2 horas.
Sábado 1 Julio: Portugalete - Salles (301,5 km) / Salles- Duna du Pyla (68,2 km)
Llegamos al camping Val de l’Eyre en Salles a las 7:30 h. La recepción está cerrada así que esperamos. A las 8:00 h llega una chica (que es de la limpieza) que llama al portero automático y nos dice que hablemos… Nos entendemos medio en francés, medio en inglés, nos dan la parcela 70 y levantan la barrera. Entramos, buscamos la parcela y comenzamos a instalarnos. No hay que hacer mucho pues sólo pasaremos una noche.
Después de instalarnos, desayunamos y vamos al Champion, que está frente al camping, a comprar.
De vuelta al camping, vamos a la piscina. Es sencilla pero no hay nadie y el baño se agradece pues hace mucho calor.
Vamos a recepción a inscribirnos y nos dan la llave de la barrera.
Después de comer, echamos la siesta (bueno, lo intentamos) y nos quedamos tirados buscando sobra pues el calor es insoportable. La parcela es una solana.
A las 17:00 h nos vamos a la Duna du Pyla. Es la mayor duna de Europa. Alcanza una altura de 107 metros. ¡Es impresionante! Es una duna como las del desierto pero junto al mar. Para subir a la duna se puede hacer por las escaleras artificiales. La ascensión se ve gratamente recompensada por las imponentes vistas desde la cima, que permiten observar el océano y la entrada de la bahía por un lado, y los bosques de las landas por el otro.
Para bajar, se puede optar por las escaleras de nuevo o directamente por la arena. Javi opta por la arena y los demás lo hacemos por las escaleras. Pero creo que nos equivocamos al hacerlo por las escaleras. La arena resbala mucho y hay que ir con mucho cuidado. Javi baja mucho mejor por la arena.
Volvemos al camping. Sigue haciendo mucho calor. Cenamos, jugamos a las cartas… y nos vamos a dormir.
Por cierto, ¡hay muchos mosquitos y nos acribillan!
Domingo 2 Julio: Salles – Montbazon (386,6 km)
Nos levantamos a las 7:00 h. Hemos dormido bien, pese al calor. Se notaba el cansancio del viaje…
Caen cuatro gotas. Desayunamos, recogemos y a las 8:25 h salimos del camping dirección Montbazon.
Todo el viaje lo hacemos por autopista. Hay tráfico pero vamos tranquilos, viendo las caravanas y autocaravanas que vienen de frente. Y es que en cuanto pasas la frontera, ya no es extraño ver caravanas. Hacemos dos paradas para estirar las piernas.
A las 14:15 h llegamos a Montbazon, al camping La Grange Rouge. Nos colocamos en la parcela 13, pues en la 27 que estuvimos el año pasado no hay nada de sombra.
Nos instalamos y comemos. Sigue haciendo mucho calor… Damos un paseo por el camping, montamos la cocina, lavamos ropa… Una tarde tranquila, preparando todo. Mañana comenzamos a visitar los castillos.
Por la noche baja la temperatura. ¡Qué bien! Al menos podremos dormir.
Lunes 3 Julio: Chenonceaux (73,2 km)
Nos despertamos a las 6:15 h pero nos levantamos a las 7:00 h. Desayunamos, nos arreglamos y dejamos la comida preparada para el mediodía.
A las 8:30 h salimos del camping y a las 9:00 h entramos en el Castillo de Chenonceaux.
Chenonceau, conocido como “el castillo de las Damas” en la historia de Francia, le debe a las mujeres una parte importante de su encanto. Fue construido en 1513 por Catherine Briconnet, embellecido sucesivamente por Diana de Poitiers y Catalina de Médicis. La señora Dupin lo salvó de los peligros de la Revolución francesa.
La gracia delicada que desprende se puede percibir en su maravilloso emplazamiento, en sus jardines a la francesa y en el parque que lo rodea.
Chenonceau destaca por su arquitectura y su historia, pero también por la riqueza de sus colecciones como lo demuestra una visita al interior: mobiliario renacentista, importante conjunto de tapices de los siglos XVI y XVII, así como numerosos cuadros de los maestros de la pintura.
Visitamos primero los jardines, sin gente. Primero el Jardín de Diana de Poitiers, a la izquierda según nos vamos acercando al castillo. Este jardín está protegido de las crecidas del río Cher por terrazas elevadas, desde las cuales tenemos preciosas vistas sobre los cuadros de flores y sobre el castillo. Podemos disfrutarlo, hacer fotos…
En el centro, el Jardín de Diana vuelve a tener la fuente original. En un estilo sorprendente para la época, el chorro de agua brota de una gran piedra tallada y cae hacia un receptáculo pentagonal de piedra blanca.
Vamos después al Jardín de Catalina de Médicis, a la derecha del castillo, más íntimo y desde el que tenemos una vista de la fachada oeste del castillo.
Damos un paseo muy agradable por la orilla del río y después entramos al castillo. Desde la sala de los guardias entramos a la capilla. Todavía se pueden leer sobre las paredes las inscripciones dejadas por los guardias escoceses de la Reina María Estuardo. Y en las paredes hay pinturas con temas religiosos.
La capilla fue protegida durante la Revolución Francesa gracias a la idea de la propietaria de la época, de convertirla en una reserva de madera.
La siguiente estancia es la habitación de Diana de Poitiers, la amante favorita del rey Enrique II. El Gabinete verde fue el gabinete de trabajo de catalina de Médicis, que se convirtió en regente cuando su marido murió, y gobernó Francia desde esta habitación.
La galería, de 60 metros de largo, 6 metros de ancho y 18 ventanas por donde entra la luz, es una magnífica sala de baile.
Destaca la escalera, ya que es una de las primeras escaleras rectas construidas en Francia a partir del modelo italiano.
En el primer piso, la habitación de las cinco reinas, llamada así en recuerdo de las 2 hijas y las 3 nueras de Catalina de Médicis.
En el segundo piso, llama la atención la habitación Luisa de Lorena. Tras la muerte de Enrique III, Luisa de Lorena ordenó que se habilitara una habitación con decoración sepulcral. Aquí pasó sus últimos 11 años de vida, bajo la sombra macabra de la muerte, simbolizada por los atributos funerarios más lúgubres.
Desde las ventanas y terrazas de las diferentes estancias, se observan vistas preciosas tanto de los jardines como del río Cher.
Las cocinas nos llaman mucho la atención. Están instaladas en los enormes basamentos que forman los dos primeros pilares asentados en el cauce del río Cher. La despensa tenía la chimenea más grande del castillo, al lado del horno de pan. La sala de comidas estaba reservada al personal del castillo.
Hace buenísimo, aunque va subiendo la temperatura, y cuando estamos visitando el huerto el calor ya es insoportable.
El año pasado, al salir nos tomamos un crépe. Las buenas costumbres hay que mantenerlas así que… hoy también nos tomamos uno. Está muy rico.
Regresamos al camping a las 13:40 h. Nos acercamos al supermercado pero está cerrado por inventario y no abre hasta las 14:30 h. Así que volvemos al camping, donde nos encontramos que el toldo se nos ha soltado. Ha debido hacer mucho viento.
Lo colocamos de nuevo, nos bebemos 2 botellas de agua (estamos secos) y nos vamos al súper a hacer la compra.
De regreso al camping, comemos. La tarde la empleamos en descansar, darnos un baño, descargar las fotos.
Jugamos un rato a la petanca. Cenamos y sobre las 23:15 h nos vamos a la cama.
Martes 4 Julio: Villandry – Azay-le-Rideau – Tours (93,2 km)
Nos levantamos a las 7:00 h. A las 8:15 h salimos hacia el Castillo de Villandry. Llegamos a las 8:50 h y aún no han abierto. Abren a las 9:00 h y entramos los primeros.
El castillo de Villandry fue construido en 1536 por Jean le Breton, ministro de finanzas de Francisco I. Para ello, hizo demoler una fortaleza medieval de la que solo queda el torreón.
En 1574, el marqués de Castellane, procedente de una familia provenzal, tomó posesión del castillo y lo rehabilitó según las normas de confort del siglo XVIII.
Y en 1906, el castillo fue comprado por el doctor Joaquín Carvallo, bisabuelo del actual propietario. Creó jardines a la francesa, en armonía con la arquitectura del castillo.
El folleto recomienda visitar primero el interior del castillo y después, salir por las terrazas de la segunda planta y continuar por los jardines. Pero nosotros vamos a visitar primero los jardines. Ahora la temperatura es muy buena, no hace demasiado calor y hay poca gente.
Seguimos el recorrido que recomienda el plano. Se está a gusto por unos jardines preciosos. Están divididos en varias zonas. El Jardín Ornamental se encuentra más arriba que el huerto y constituye la prolongación de los salones del castillo. Para tener una vista del conjunto, hay que subir hasta el mirador. Y hasta allí que nos vamos. Los cuatro primeros cuadrados, justo delante de nosotros, tienen un significado simbólico. Constituyen los “jardines del amor”: “el amor tierno”, “el amor apasionado”, “el amor infiel” y “el amor trágico”. A la izquierda, en el centro “la cruz de Malta”. Detrás de ella, a la derecha, la de Languedoc, y a la izquierda la del País Vasco.
Por el otro lado del canal encontramos el segundo salón de boj, que evoca de forma simbólica la música. Los grandes triángulos representan liras, a su lado arpas y, entre las liras, candelabros para iluminar la partitura musical.
Encima del jardín ornamental se encuentra el Jardín del agua, de inspiración clásica y centrado alrededor de un gran estanque de agua en forma de espejo. La verdad es que el sitio invita a descansar y estar en silencio.
Este año visitamos todas las partes (el año pasado no lo hicimos). Vamos al Laberinto, donde se meten Javi y aita, al Jardín de las simples con las plantas medicinales y aromáticas, donde ama reconoce casi todas las plantas (es impresionante, nosotros no conocemos casi ninguna) y al huerto donde se han plantado hortalizas diferentes cuyos colores alternan entre sí (el azul del puerro, el rojo de la lombarda y la remolacha, y el verde de las matas de zanahorias) para ofrecernos la visión de un damero multicolor. También hay numerosas fuentes, cenadores y cuadrados de flores. Según indica el folleto, en el huerto, cada año se realizan dos plantaciones (una en primavera y otra en verano).
Cuando empieza a hacer calor, entramos al castillo. Cada estancia tiene su encanto, en algunas incluso hay fotografías de la familia. Y desde cada ventana disfrutamos de nuevas perspectivas sobre los jardines.
Terminamos la visita en el torreón, que nos ofrece un bonito panorama del jardín y del valle, donde el Cher y el Loira discurren paralelamente a una distancia de 15 km. Este paisaje está catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde el 30 de noviembre del 2000.
Después vamos al Castillo de Azay-le-Rideau. Hace ya mucho calor pero pese a todo, disfrutamos del paseo por los jardines y la visita al castillo. El Castillo se refleja en el agua y es una imagen preciosa que ya nos encantó el año pasado… La verdad es que nos gusta mucho más todo el entorno, que el interior del castillo.
Sobre las 18:00 h nos acercamos a Tours. Rica de un patrimonio que supo conservar y valorizar, Tours es una ciudad con mucho encanto cuya dulzura fue apreciada por unos personajes famosos de la historia de Francia. Visitamos la Catedral, que es preciosa.
Nos acostamos, aunque nosotras no podemos dormir. La tormenta es fuerte e impresiona. Los rayos iluminan toda la caravana.
Sobre las 2:00 h parece que amaina… ya podemos dormir.
Miércoles 5 Julio: Montbazon – Suevres (86,4 km)
Nos levantamos a las 7:00 h. Desayunamos y terminamos de recoger. Vamos a pagar y a las 8:50 h salimos del camping dirección a Suevres, donde llegamos a las 10:20 h.
El viaje ha sido tranquilo, excepto en los alrededores de Tours, donde el tráfico era muy denso y con muchos camiones.
Al llegar al Camping Château de la Grenouillere, nos dan a elegir entre varias parcelas y nos quedamos en la parcela 26. Una vez instalados, nos vamos al Super U a comprar. Después comemos. La tarde la empleamos en descansar, damos un paseo por el camping, Javi y aita se bañan en la piscina (aita se tira por los toboganes. Disfruta como un niño!), jugamos a la petanca … En definitiva, una tarde tranquila.
Tras la cena y después de charlar un rato… a las 23:00 nos vamos a dormir …
Jueves 6 Julio: Chambord (34,1 km)
Nos levantamos a las 7:00 h. Hace fresco… pero se agradece. Desayunamos y a las 8:15 h salimos hacia Chambord.
Cuando llegamos al castillo, no hay nadie. Nos hacemos fotos… solos! Es un lujo poder disfrutarlo así.
Y a las 9:00 h, cuando abren el castillo… entramos. Es majestuoso, señorial… No hay mucha gente, así que podemos visitarlo con tranquilidad.
Margarita de Navarra ensalzaba la belleza de Chambord pero, en una carta a su hermano Francisco I, le reprochaba no poder entender su castillo cuando él estaba ausente. Y es que no es fácil orientarse. No hay un recorrido recomendado para visitarlo. Pero eso también le da su encanto.
Mención especial merece la escalera de tramos dobles, cuyo decorado esculpido es una de las obras maestras del Renacimiento. La tradición afirma que es obra de Leonardo Da Vinci, pero no hay ninguna prueba que permita confirmarlo.
Adornada con dos espirales imbricadas en torno a un núcleo hueco, permite divisar desde uno de los dos tramos a las personas que toman la otra sin llegar a cruzarse.
El torreón está rematado por las terrazas, que ofrecen a la vez el espectáculo de sus múltiples pabellones y torres rematadas por altos tejados de pizarra y un magnífico panorama sobre la propiedad.
Mientras paseamos, comienza a llover. Como estamos cerca del párking, vamos al coche a ponernos playeros (yo iba con alpargatas) y coger chubasqueros… pero continuamos con nuestro paseo, nuestras fotos. Es imposible cansarse. Todo nos invita a hacer fotos.
El tiempo parece que juega con nosotros! Llueve, sale el sol y hace calor, vuelve a llover…
Compramos unas galletas y un queso…
Emprendemos el regreso al camping. En una rotonda nos equivocamos y tomamos una salida distinta. Seguimos carretera sin saber muy bien dónde vamos… Llegamos a Blois… Ya estamos situados!
Vemos un Champion abierto y paramos a ver si hay barril de cerveza… que tenemos ganas de probar.¡Lo hay! Aprovechamos para hacer una pequeña compra…
Regresamos al camping, terminamos de preparar la comida y comemos. Después, echamos una cabezada. Parece que deja de chispear…
Javi lava el frontal de la caravana y el coche. Aita también colabora, aclarando la caravana… Mientras, nosotras tomamos un poco el sol.
Después, Javi y aita se van a la piscina, y a ducharse. Y después… abrimos la botella de vino espumoso de la zona que hemos comprado por la mañana, y las galletas.
Son más de las 19:00 h… Damos un pequeño paseo por el camping, tiramos la basura … y vuelve a llover.
Javi descarga las fotos mientras nosotros jugamos a las cartas… ¡y siempre gana aita! A las 23:00 h nos vamos a la cama.
Viernes 7 Julio: Le Clos Lucé (124,5 km)
Nos levantamos, como todos los días, a las 7:00 h. El día está nublado y oscuro.
Javi y aita, a las 8:00 h salen hacia Amboise, al Castillo Le Clos Lucé.
En el castillo del Clos-Lucé fue donde vivió Leonardo da Vinci los últimos tres años de su vida, La visita comienza por la Torre del Vigía, último elemento de arquitectura medieval que recuerda el tiempo en que el Clos-Lucé era una morada fortificada.
Nos encontramos después en la habitación de Leonardo da Vinci, desde cuya ventana contemplaba el gran palacio castillo de su amigo, el rey Francisco I. Aquí terminó el testamento y aquí también falleció.
El oratorio de Anna de Bretaña fue construida por el rey Carlos VIII a finales del siglo XV, para su esposa Ana de Bretaña. Y en la gran sala, el recibidor de Leonardo, es donde recibía a Francisco I y a los artistas que venían a verle.
Y nos encontramos también una colección de 40 máquinas realizadas por IBM según los diseños de Leonardo: inventos militares, marítimos, hidráulicos, mecánicos e aeronáuticos…
Ama y yo nos quedamos en el camping. Limpiamos la caravana por dentro, preparamos la comida, damos un par de paseos…
A las 13:30 h regresan del castillo. Les ha gustado mucho… y hasta han disparado un cañón!
Comemos y echamos la siesta. Al fin sale un poco el sol… y nos vamos a la piscina a darnos un baño.
Después de ducharnos, echamos una partida de petanca: hombres contra mujeres. Como siempre… ganan ellos…
Vamos a recepción a pagar (126€) para mañana no entretenernos.
Echamos después una partida a la escoba… que gana aita, como siempre. Y le enseñamos a Javi a jugar al tute…
Recogemos la cocina y la mesa y las sillas. Cenamos y tras charlar un rat … a dormir! Mañana es día de viaje…
Sábado 8 Julio: Suevres - Epiniac (350,3 km)
Nos levantamos a las 7:00 h. Desayunamos… y se pone a llover! Recogemos el toldo a toda prisa…
A las 8:10 h salimos del camping dirección Dol de Bretagne. Hacemos el viaje por autopistas. A ratos hay mucho tráfico, pero el viaje en general es tranquilo, pese a que en algún momento nos llueve fuerte.
Cerca de Rennes, nos pasan el coche del Phonak y del Bouygues Telecom… El Tour está aquí al lado… pero yendo con la caravana no hay forma de parar.
Llegamos a las 14:00 h al Camping Les Ormes. En recepción hablan español. Nos dicen varias parcelas libres para que elijamos. Entramos andando al camping para ver las parcelas libres… y entre todas elegimos la T14.
Volvemos a por la caravana y nos instalamos en la parcela. Es enorme! Javi duda de que sea sólo una parcela, piensa que son 2… pero no… es solo una… enorme (125 metros) pero una!
A las 16:00 h comemos y, tras descansar un rato, damos un paseo por el camping. Es muy muy grande (200 hectáreas). Nos paramos en el campo de cricket a ver un partido… pero no entendemos nada!
Vemos las casas de los árboles y todos los módulos. Hay muchísimos… Son mayoría en el camping … y el 90 % de la ocupación son ingleses.
Sobre las 19:00 h, Javi y aita van a darse un baño en la piscina. Cenamos y damos otro paseo por el camping.
Sobre las 23:00 h nos vamos a la cama…
Domingo 9 Julio: Dinan (77 km)
Nos levantamos a las 8:00 h. El cielo está encapotado y chispea…
Vamos a Dinan, una de las más hermosas localidades bretonas, “villa de arte e historia”, una visita que merece la pena tomarse con calma. Antigua ciudad de los Duques de Bretaña, rodeada por las murallas más importantes de la región, construida a 75 metros sobre el nivel del río Rance, es, por excelencia, el dominio de las casas con entramados de madera. Ni el tiempo ni los ataques de los ingleses han vencido a la orgullosa ciudad.
El nombre Dinan es el resultado de la contracción de dos palabras celtas “Dunos” y “Ahna”: la colina de Ahna, dios de los vivos y de los muertos.
Dinan fue una poderosa ciudad comercial durante la Edad Media. En 1357, su héroe, Bertrand Du Guesclin, se enfrentó en duelo a un inglés en la Place Du Champ-ès-Chevaux (hoy día lleva el nombre del valiente caballero y alberga una estatua suya). Du Guesclin salió vencedor y ganó el corazón de una hermosa dama. ¡Qué bonito!
Hoy, Dinan es la ciudad medieval mejor conservada de Bretaña. Se sitúa en el bonito valle del Rance y también es un centro dinámico, como demuestran las múltiples tiendas de artesanos instaladas en casas en voladizo, cuyas cimas parecen unirse para formar una nave de estrechas callejuelas.
Dinan ofrece todo su encanto en las empedradas callejuelas del casco antiguo, con sus casas del siglo XVII, sus tiendas, sus locales de cerveza con mesas de madera en la calle.
Javi y aita suben a la Torre del Reloj. Se puede visitar de 10 a 18:30 h y cuesta 2`95€. Nosotras nos quedamos abajo… y menos mal, porque la subida debía ser… peliaguda! Desde arriba nos cuentan que había unas vistas preciosas. Lo veremos después en las fotos…
A través de la Rue de la Lanerie vamos a la Rue du Jerzal. Quizás sea la más medieval de todas las calles bretonas. Los artesanos reemplazan hoy a los tenderos de antaño en las hermosas casas con entramados de madera de los siglos XV o XVI.
Tras la puerta gótica del Jerzual, a mano derecha está el acceso a las murallas, edificadas entre los siglos XIII y XVI. Desde las murallas hacemos bonitas fotos con vistas de las murallas, de la ciudad… y dejamos las murallas al llegar a la Puerta Saint-Maló. Estamos disfrutando mucho.
Volvemos al camping a comer. Nos preparamos un súper sándwich de queso, anchoas, tomate, huevo cocido y mayonesa… Riquísimo! Y de postre un pastel que hemos comprado en Dinan.
Tras la siesta, nos acercamos a ver Dol de Bretagne. Visitamos la Catedral, que es muy bonita. Y damos un bonito paseo por el pueblo.
Volvemos a la caravana a cenar. Javi trabaja en las fotos. Después damos un pequeño paseo… y a dormir.
Lunes 10 Julio: Saint Maló (71,9 km)
Nos levantamos a las 7:30 h. Hace bueno así que tras desayunar y arreglarnos, cogemos rumbo a Saint Maló.
Saint-Maló es una de las ciudades bretonas más visitadas. Y con razón. Con sus altas murallas, el mar circundante y una larga historia, es evidente que ocupa un lugar excepcional.
Recorremos las murallas, disfrutando de una vista preciosa. Paramos continuamente a hacer fotos y a disfrutar del paisaje.
Como la marea está baja, vamos por la playa hasta el fuerte, aunque no entramos (cobran 4€). Pero desde allí, nos hacemos una foto preciosa con la muralla y la ciudad de fondo.
Y Javi, cómo no, tiene que probar el agua así que se acerca a la orilla y mete los pies.
Al volver del fuerte, vamos a intra-muros y paseamos por las calles. Nos tomamos unos moules frites de aperitivo. Son típicos de la zona y están riquísimos.
Esta vez hemos podido disfrutar de Saint Maló. El tiempo nos ha acompañado y es un lugar para visitar, por lo menos, sin agua…
De regreso al camping paramos en el super U a hacer la compra y echar gasoil.
Comemos y… se pone a llover! Gracias a Dios son 4 gotas. Después de comer, Javi trabaja sobre las fotos, nosotras nos hacemos la pedicura…
A las 18:15 h vamos a pasear por el camping. Vamos por el campo de cricket, vemos las casas de los árboles, el campo de golf… y el circo.
Nos tomamos una caña en la terraza del bar, con vistas al parque acuático.
A las 21:30 h cenamos. Mientras Javi continúa con las fotos, los demás echamos una partida. Y a las 23:00 h nos vamos a la cama.
Martes 11 Julio: Cap Fréhel – Fort La Latte – Cancale (155 km)
Nos levantamos a las 7:30 h. El cielo está encapotado y hay un sirimiri constante. Sobre las 9:00 h salimos hacia el Cap Fréhel. Cuando llegamos, hace aire pero ha dejado de llover.
Recorremos un trozo del Cap, viendo los acantilados, las gaviotas, las aguas cristalinas.
El mar está en calma, aunque impresiona ver alguna ola que llega con fuerza al acantilado.
Después vamos al Fort La Latte, una antigua construcción muy bien conservada en la que se han rodado películas de vikingos. El coche lo hemos dejado en el aparcamiento (gratuito) y nos acercamos andando hasta el fuerte. Nosotros no entramos al interior. Hemos leido que no merece la pena. Preferimos verlo y fotografiarlo desde fuera, con toda su amplitud.
Desde aquí, cogemos rumbo a Cancale. Es el paraíso de las ostras y ello se percibe de inmediato por los numerosos locales de tabernas que ofrecen un menú de mar. Dejamos el coche en el aparcamiento y por un camino llegamos hasta la playa. En una pescadería compramos unas ostras y unos mejillones.
Nos llama la atención ver los tractores que continuamente pasan cargados de grandes bolsas de ostras.
Llegamos al camping sobre las 15:00 h, preparamos la comida. El marisco está buenísimo!
Tras la siesta, Javi se pone con las fotos y nosotras tomamos el sol. Después damos un paseo por el camping. Hoy vamos por las pistas de tenis, la zona de equitación… cenamos y nos acercamos a ver la animación de hoy: música y baile de Yugoslavia.
Miércoles 12 Julio: Mont St Michel (74 + 74 km)
Hoy madrugamos un poco más que otros días y nos levantamos a las 7:00 h. A las 8:00 h salimos hacia Mont St.Michel. La visita a Mont St Michel es algo que en muchos casos es un sueño. En nuestro caso es nuestra segunda visita a este mágico lugar. A aita y ama les hemos hablado tanto de este sitio, que es un sueño hecho realidad el estar aquí.
En el camino, ama es la primera que ve la silueta al fondo de Mont St Michel. Es precioso.
Aparcamos en el parking, teniendo cuidado de qué párkings son los que se van a inundar con la marea.
Vamos directos a la Abadía. Tras pagar la correspondiente entrada de 8’5 € por adulto, entramos en la abadía. No hay visita guiada en español así que realizamos la visita por nuestra cuenta.
El primer santuario fue elevado en el año 708 por el obispo de Avranches, convirtiéndose desde entonces en lugar de peregrinaje. Fue plaza fuerte durante la guerra de los Cien Años y resistió numerosos asedios y ataques. La revolución francesa de 1789 disolvió la comunidad religiosa y la abadía se utilizó entonces como prisión. Desde ese momento se le vinieron aplicando continuas restauraciones que le han dado el esplendor que los visitantes del siglo XXI encontramos.
Además de la construcción civil, el espectáculo más impresionante lo ofrecen las vistas inolvidables de la bahía que rodea a esta montaña, que en nuestro caso permitió ver en plena bajamar cómo el agua va retrocediendo hasta perderse en el horizonte, a unos 7 kilómetros de distancia, y los arenales comienzan a asomar. Podríamos pasar horas viendo este entorno tan maravilloso
Y así salimos al exterior, donde podemos disfrutar de las maravillosas vistas de la bahía.
Recorremos después las murallas, las calles… Escaleras, cuestas, más escaleras… Cualquier rincón tiene su encanto. Compramos unas galletas bretonas y regresamos al camping a comer.
Después de comer y descansar un poco, volvemos a Mont St Michel. Cogemos sitio en la muralla para ver la subida de la marea. Son más de 2 horas de pie, esperando, y sin movernos de allí para no perder la posición… Pero merece la pena. La subida de la marea es espectacular. La vemos venir a lo lejos. Parece que va a tardar mucho en llegar, pero en nada está aquí y todo queda cubierto con el agua. Es un espectáculo precioso.
Volvemos después al coche, donde comemos un sándwich y descansamos. Fuera comienza a refrescar. Queremos esperar a que anochezca para hacer fotos de noche. La espera se hace larga pero las fotos quedan preciosas.
Jueves 13 Julio
Hoy es día de descanso. Nos quedamos en el camping. Vamos al Champion y al Super U a hacer compras para traer a casa (coca-cola, quesos, patés…)
Nos bañamos en el parque acuático. Nosotras disfrutamos del jacuzzi, aunque sale con mucha fuerza. Es una gozada. Y Javi y aita disfrutan como niños en los toboganes.
Por la tarde, después de comer y echar la siesta, jugamos al badmington con las palas que aita y ama han comprado. Es la primera vez que jugamos y es… complicado! Nos reimos mucho y lo pasamos bien. Poco a poco conseguimos darle varias veces seguidas!
Damos un paseo por el camping y después de cenar y echar la partida, nos vamos a dormir. Ha sido un día tranquilo.
Viernes 14 Julio
Hoy es el cumple de ama. También es día de descanso, de piscina, sol, paseo… Hacemos una comida especial y brindamos con cava. El día lo merece!
Por la tarde, recogemos la cocina y organizamos la ropa y las compras. Vamos también a pagar para mañana estar despreocupados.
Sábado 15 Julio: Epiniac – Salles (560,3 km)
Nos levantamos a las 7:00 h y a las 8:00 h salimos hacia el camping Val de L’Eyre en Salles (donde hicimos una noche al venir).
El viaje es tranquilo hasta llegar a Burdeos. Hace mucho calor, hay mucho tráfico y en Burdeos estamos atascados 1 hora…
Llegamos al camping a las 19:00 h, con 1 hora de retraso sobre lo previsto. Coincidimos en recepción con una familia de Burgos que también están de vuelta y con unos chicos de Murcia que van hacia Ámsterdam.
Hace muchísimo calor… No se puede ni pasear y además estamos agotados por el calor.
Dormir es casi imposible…
Domingo 16 Julio: Salles – Portugalete – Valladolid (606,2 km)
Nos levantamos a las 6:00 h y a las 7:00 h estamos ya en marcha. Hay que aprovechar el fresquito de primera hora y el poco tráfico.
Paramos al poco de pasar la frontera en un área de servicio a tomar un café.
Llegamos a Portu a las 11:30 h. El guarda del polígono se acerca a preguntar. Le decimos que solo va a ser un rato y nos dice que sin problemas, que lo que necesitemos. Desenganchamos. Javi y ama van en el coche con el equipaje a casa, y aita y yo nos quedamos en la caravana. También aquí hace calor.
Cuando Javi regresa, enfilamos la caravana (qué fácil es hacerlo en asfalto, cómo se mueve…), enganchamos y arrancamos rumbo a casa.
El coche sube Altube como un jabato. Qué bien va!
Paramos en el área de servicio de Briviesca. Hace un calor insoportable. Hay mucha gente. Comemos y casi sin descansar, arrancamos.
Llegamos a Valladolid a las 19:15 h. Descargamos la caravana y a las 20 h aproximadamente llegamos a casa.
Ha sido un viaje estupendo…
No dispongo de los datos del viaje (gastos gasoil, gastos camping…) porque esos datos decidí recopilarlos posteriormente, así que solo puedo dejar el total de km y la la referencia de los camping visitados.
Total km: 3454,4 km
Camping Val l’Eyre: http://www.camping-parcduvaldeleyre.com/
Camping La Grange Rouge: http://www.camping-montbazon.com/
Camping Chateau de la Grenouillere : http://www.camping-loire.com/
Camping Domaine des Ormes: http://www.lesormes.com/
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